lunes, 23 de enero de 2017

Carbón de marabú, rubro exportable de Cuba para Estados Unidos y el mundo

Hornos artesanales de carbón vegetal
A la par que se limpian los campos cubanos de marabú, el pueblo estadounidense podrá adquirir carbón de primera calidad. A prinicipios de este año 40 toneladas con la carga inicial de este producto proveniente de la Isla llegarán a Estados Unidos. El hecho constituye un momento histórico: es la primera exportación efectiva que Cuba realiza a ese país en cinco décadas.

Todo se debe a la firma del acuerdo entre la empresa cubana CubaExport y la estadounidense Coabana Trading LLC, realizada en la sede del ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), tras un largo tiempo de negociación. La rúbrica la estamparon la directora de CubaExport, Isabel O’Reilly, y Scott Gilbert, presidente de Reneo Consulting LLC, subsidiara de Coabana.


“Este será un primer contrato, pero esperamos continuar nuestras relaciones por muchos años y no solo con el carbón vegetal, sino con otros productos que tenemos listos para exportar como la miel y el café”, explicó Isabel O’Reilly,directora de CubaExport.

El precio pactado es de 420 dólares la tonelada, el más alto logrado por la entidad cubana en más de una década comercializando este producto. El valor habitual del carbón cubano en el mercado internacional varía entre los 340 y 380 dólares la tonelada, “pero con EE.UU. se logró la venta por un valor superior”, añadió O’Reilly.

Por su parte, Scott Gilbert comentó: “para mí es un gran orgullo estar aquí, este es un acuerdo de gran envergadura para las relaciones entre ambos países. Lo más importante es que significa otro tablón más en la construcción del puente entre Estados Unidos y Cuba”.

El recorrido del carbón para su exportación comienza con las cooperativas agropecuarias que talan y procesan el marabú, luego lo venden a otra empresa que lo beneficia y prepara para dejarlo listo para su comercialización final y CubaExport se encarga de la venta, los trámites y la salida del país.

Además de CubaExport, el carbón cubano es comercializado por Cimex, Cítricos Caribes y Alcona. Entre las cuatro empresas, cada año el país exporta un máximo de 80 mil toneladas con destino a entre cinco y siete países. En estos momentos, también se está intentando vender la mercancía al Reino Unido y Alemania.

El carbón vegetal de marabú tiene un alto poder calórico y energético, lo que le convierte en uno de los mejores del mundo. Se produce en hornos artesanales de manera natural y no constituye una causa de deforestación.

CIEGO DE AVILA ENTRE LAS EXPOTADORAS

La empresa Agroindustrial Ceballos, líder en el país en la exportación de carbón de marabú, acaba de completar las 204 323 toneladas enviadas a distintas naciones desde que inició ese programa, hace once años.

El ingeniero Jorge Sánchez González, director de exportación en la entidad, dijo que tal volumen representa unos 9 960 contenedores, comercializados a través de Cítricos Caribe S.A, que los envía a países como Italia, Grecia, Portugal, Arabia Saudita, España, Reino Unido, Siria, Turquía e Israel.

La exportación de carbón vegetal cumplió en el 2016, al superar las 27 000 toneladas— representó ingresos por encima de los 59 millones de pesos en poco más de una década.

Wilver Bringas Fernández, director general de la agroindustrial Ceballos, argumentó que ese dinero le da capacidad financiera a la empresa para desarrollar con rapidez los programas en la industria y la agricultura.

Por su valor, este rubro representa aproximadamente el 80 % del total de las exportaciones de la empresa, que también envía a otros países piña MD-2, ají picante, aceites esenciales, puré de mango aséptico, jugo concentrado de naranja, toronja y piña, entre otros productos.

El carbón vegetal lo fabrican unos 3 000 carboneros, quienes, de forma artesanal, se dedican a la actividad, una de las razones por la que aumenta la demanda en el mercado internacional, en tanto reúne los indicadores de calidad para su comercialización.

LAS TUNAS SE SUMA

Su abundante presencia en nuestros campos le ha merecido, con justicia, la clasificación de plaga, aunque el marabú comience a dar señales de su utilidad probada. La experiencia que hoy se materializa al sur de esta provincia, lo convierte en indispensable para lo que algunos denominan como una actividad que ensucia mucho, pero es muy limpia como negocio: la producción de carbón vegetal.

Este producto, muy demandado en el mercado internacional, ha logrado posicionarse por su calidad y puede catalogarse como una fuente de ingresos que aún está lejos de ofrecer todas sus potencialidades.

BENEFICIOS, NO SOLO PARA EL CARBÓN
La Empresa Provincial de Flora y Fauna (EPFF) tiene hoy un gran peso en la producción del carbón que se exporta en la provincia. Para el 2016, el plan ascendía a 3 500 toneladas. Esta actividad se ha convertido en una notable fuente de empleos y de ingresos.

Nelson Raez, director de la EPFF, explicó que hoy se encuentran vinculados a la producción de carbón, solo con su entidad, alrededor de 400 trabajadores y la cifra debe crecer. Aseveró, además, que el salario medio oscila sobre los 3 000 pesos, por lo que constituye una muestra fehaciente de remuneración ante la productividad del trabajo.

Sin embargo, mantener una estabilidad en materia de exportaciones requiere del estricto cumplimiento de exigentes normas de calidad. Para ello, el carbón debe pasar por un proceso de beneficio que lo acerque a los estándares del mercado.

En el municipio de Jobabo se encuentra la mayor planta de beneficio de carbón del país, con una capacidad para procesar diariamente 20 toneladas del producto.

A decir de su director, Rogelio Rodríguez Pérez, el fin esencial de la planta es la clasificación, para separar el producto de primera calidad de la carbonilla. No obstante, afirmó, los 24 trabajadores con los que contamos asumen todo el proceso, que culmina con la carga de los contenedores que van directo al puerto.

La instalación jobabense procesa todo el carbón producido por la Empresa de Flora y Fauna en el territorio. Dada su importancia, es objeto de un proceso inversionista que asciende a los 60 000 dólares, y cuyo impacto se verá reflejado en el aumento de las toneladas a exportar y en la consiguiente contribución a proyecciones nacionales.

El director de la Empresa Provincial de Flora y Fauna, Nelson Raez señaló que, a nivel de país, el plan para la exportación de su grupo empresarial rebasa las 16 000 toneladas, aunque existen proyectos para llegar hasta las 32 000. «Es válido destacar que el carbón constituye la principal fuente de divisas, para poder potenciar el resto de las actividades que complementan nuestro objeto social».

LA CONQUISTA DEL MERCADO INTERNACIONAL

La empresa española Ibérica y Combustibles Sólidos (Ibecosol S.L), comenzó a comercializar el carbón cubano en el año 2007. Desde entonces hasta hoy, ha sido considerable el aumento de la demanda de este producto en mercados tan exigentes como es el caso del europeo.

Juan Carlos Rodríguez Rodríguez, representante de Ibecosol para Iberoamérica, abordó el tema en conversación con este medio de prensa.

«Nuestra empresa tiene más de 50 años de experiencia en el sector del carbón.Tenemos producciones en Paraguay, Argentina, Venezuela, República Dominicana e incluso, llegamos a producir en Nicaragua, pero estamos muy interesados en la producción de carbón en Cuba. En el mundo entero la materia prima que se utiliza para hacer carbón hay que pagarla y en Cuba se da silvestre. Eso lógicamente incrementa las utilidades.

«Nosotros estamos demandando cerca de 25 000 toneladas y estamos exportando alrededor de 10 000, lo que demuestra que la demanda sigue siendo superior. No obstante, tenemos la previsión de llegar al 2020 con ese objetivo cumplido».

Refiriéndose a la planta de Jobabo apuntó: «Tenemos planta de envasado en Ciego de Ávila, en Granma, pero esta es la más grande que tenemos en el país, y la que mejores condiciones tiene para darle un acabado al producto. Hoy estamos produciendo el carbón de 15 kg, con un envase que constituye una marca propia de Ibescosol, Caribbean. Porque hay formatos más pequeños, pero esos se producen en una planta nuestra en España».

De acuerdo con su visión, explotar al máximo las potencialidades que hoy ofrece la exportación de carbón vegetal es una necesidad, tomando en consideración que producirlo no requiere de grandes inversiones, en comparación con otros productos, y reporta importantes ganancias.

«Si analizamos los precios de comercialización, podemos decir que esta planta está en condiciones de generar ingresos superiores a los siete millones de dólares. El precio por tonelada está entre 330 dólares para el carbón de primera y cerca de 260 para el de baja granulometría. Una caballería de marabú genera 140 toneladas de carbón para la exportación, que se revierte en cerca de 46 000 dólares y esas son potencialidades que se deben aprovechar.

OTRO PROYECTO QUE TOMA FORMA

Ibecosol aportó toda la tecnología que se utiliza hoy en la planta de beneficio de Jobabo, no obstante, colaboró también para el montaje, dentro de la propia instalación, de una fábrica para otro producto también muy demandado en el mercado, y que tiene a la carbonilla o deshechos del carbón como su principal materia prima: la briqueta.

«En el caso de la fábrica de briquetas ya se completó una etapa inicial de prueba con muy buenos resultados y esperamos que para marzo ya se pueda iniciar la exportación de este producto». Explicó Rogelio Rodríguez Pérez, director de la planta de beneficio.

Este derivado del carbón, es muy utilizado sobre todo para la cocción de alimentos, por su durabilidad una vez encendido. Sin embargo, responde a estándares de calidad muy elevados, en función de los cuales ya se trabaja, como asevera el representante de Ibecosol.

«La briqueta, para poder comercializarla, tiene que cumplir normas muy estrictas como llevar más de un 60 % de carbono fijo. Por eso, desechamos aquellas partículas que están por debajo de los cinco milímetros. Su proceso es un poco más complejo, porque requiere también de lo que denominamos aglutinante, que puede ser harina vegetal o almidón de yuca, que es el que más se utiliza. Finalmente, se envasa en formatos pequeños de tres a cinco kilogramos, o grandes de 15 como el carbón.

«En estos momentos, para estabilizar la producción de briquetas y su consiguiente exportación, debemos potenciar la siembra de la yuca para el almidón, e instalar un laboratorio que permita certificar la calidad del producto terminado».

Sin duda alguna, el carbón vegetal gana cada vez más espacios como un rubro exportable, cuyas utilidades superan con creces los costos de producción. Por ese motivo, otras empresas y entidades tuneras también apuestan por esta actividad.

En la medida en que se disponga de los recursos necesarios para elevar sus estándares de calidad, serán superiores los ingresos que reporte a la economía del país y por lo tanto, la inyección para el desarrollo de nuestra sociedad. Sin defender al marabú, me atrevería a decir que debemos comenzar a mirarlo con otros ojos y revertir sus daños, en beneficios.(Tomado de Cubadebate y Granma)


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