Árbol utilizado en Cuba |
En realidad se trata de un árbol indígena, muy abundante en la zona oriental de Cuba, lo que no quiere decir que también pueda localizarse en otras regiones del país. Su principal características es la de poseer una madera de color gris en la albura, floja; pero con posee un corazón rojo oscuro, color tabaco, muy duro e incorruptible.
Sobre todo en el pasado se usa indistintamente en postes eléctricos y traviesas, en construcciones pesadas en exterior; puentes crucetas y cercas. También era ampliamente empleado como horcones en la edificación de casas rústicas o cualquier otra obra rural.
El jiquí,o jiquí de ley como también se le conoce en Cuba, puede alcanzar unos 12 m de altura. Hojas color verde olivo, de 7 a 9 cm de longitud y de 2 3 cm de ancho; elíptico- lanceoladas, obtusamente acuminadas, estrechadas hacia el pecíolo, brillantes en la cara superior, mate y punteadas en la inferior.
Por tradición de la farmacopea popular en varios puntos de la provincia de Camagüey la población utiliza la decocción de la corteza contra las hemorroides, probablemente a causa de sus cualidades astringentes.
Según R. P. Aces, a esta planta se le atribuyen virtudes vulnerarias, y al efecto se hierven las raspaduras del palo y con esa agua se lava la piel en caso de erupciones, herpes, llagas y heridas.
El Panteón Yoruba considera que el jiquí le corresponde a Oggún, para enardecerlo, cubriéndolo con sus hojas. Los baños con el cocimiento de esas mismas parte traspasan al organismo por la solidez y resistencia que caracteriza a este árbol.
Existe al certeza de que tales procederes ahuyenta a los “ndiambos” y los Mayomberos emplean las hojas para “despojos” y la raíz y el corazón para “templar” (dar vigor) a sus gangas.
El cuento del lanzador cubano Julio "Jiquí" Moreno (en ingles): https://sabr.org/bioproj/person/148ebbf8
ResponderEliminar