lunes, 2 de noviembre de 2015

Ese superalimento llamado ajo (I Parte)

Universalmente conocido como condimento
Durante miles de años, existió la creencia de que el ajo tenía propiedades medicinales. En la actualidad, estas virtudes han sido confirmadas por la ciencia y hoy sabemos que este alimento puede prevenir el Alzheimer, reducir el colesterol y la presión sanguínea y hasta mejorar tu rendimiento físico. En definitiva, el ajo puede prolongar tu vida.

Se conoce que desde la antigua Grecia era frecuente el uso de esta planta con fines medicinales. Cuentan que Hipócrates, físico y padre de la medicina, solía recetarlo para el tratamiento de diversas enfermedades. Con el tiempo, por los muchos beneficios que reporta al hombre es considerado un superalimento.


Sin embargo, no fueron solo los helenos los únicos en utilizarlos con esos fines. También los egipcios, babilonios romanos y chinos lo empleada en sus respectivas farmacopea para el tratamiento de diferentes dolencias del cuerpo humano.

En definitiva, la especie de la familia Allium posee un poderoso compuesto de azufre denominado alicina que es la encargada de proporcionar múltiples beneficios al organismo. Ese elemento es quien le aporta el olor y sabor característico, tan apreciado, además, por la cocina en todo el mundo.

Ahora bien, desde el punto de vista alimenticio el ajo tiene un alto valor nutritivo, pero aporta pocas calorías. Es muy rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Además, también contiene pequeñas cantidades de otros minerales como son el manganeso, calcio, cobre, potasio, hierro, fósforo y selenio.

A saber, la oxidación causada por los radicales libres contribuye al proceso de envejecimiento. El ajo contiene antioxidantes que sostienen los mecanismos de protección del cuerpo contra ese efecto.

Precisamente, gracias a esa propiedad queda demostrad que las dosis elevadas de suplementos de ajo aumentan las enzimas antioxidantes del ser humano, además de reducir considerablemente el estrés oxidativo en personas con hipertensión.

Luego, las consecuencias combinadas de reducción de colesterol y presión sanguínea, así como las cualidades antioxidantes, pueden ayudar a prevenir enfermedades cerebrales comunes como el Alzheimer y la demencia. (continuará)




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