lunes, 28 de marzo de 2016

Usted puede podar sus árboles (II Parte)

La llamada poda topiaria
La poda de los árboles es muy importante si queremos mantenerlos en forma, pero la misma no se puede realizar de cualquier manera ni en cualquier época. Luego, tal operación requiere observar  determinados requerimientos, digamos técnicos y botánicos, y a la vez buscar el momento idóneo para hacerlo.

En general, cuando hablamos de poda de árboles, podemos hacer referencia a tres tipos  diferentes, de acuerdo con el objetivo que deseemos alcanzar:


Existe la denominada poda de formación que se lleva a cabo en los primeros años de vida de la planta, y sus finalidades son  guiarlo para lograr una estructura de ramas principales fuertes y bien distribuidas, y situar la copa a una determinada altura del suelo.

Debemos tener en cuenta que si este tipo de corte no se realizara en el tiempo y momento justo, seguramente obtendríamos un árbol totalmente libre, pero de poco aspecto ornamental y muy salvaje o desordenado.

Una vez realizada la poda descrita en los párrafos anteriores, cuando nuestro ejemplar ya ha crecido y está bien formado, con una copa a determinada altura y ramas principales fuertes, de por vida tendremos que realizar la poda de mantenimiento.

Entonces, este paso lo ejecutamos con el objetivo final de eliminar todo tipo de elemento de la planta que sea perjudicial, como ramas secas, que molesten al paso de las personas o toquen cables, sacar el ramaje excesivo de la copa, etc. En esta modalidad se incluye una a la cual se denomina topiaria, y que consiste en dar a las copas formas geométricas.

Por último se tienen  las podas excepcionales. A la verdad que éstas no suelen ser bien vista por los expertos, pero es muy común verla en el paisaje de la ciudad, tanto en la calle como dentro de los hogares. Se dice que a este tipo de tala solo se debe recurrir en casos muy extremos.

Esta forma de cortadura tiene por característica el hacer desaparecer toda la copa de los árboles con una motosierra. Recibe dos nombres, dependiendo de hasta qué altura se elimina la copa: terciado o desmochado. La primera consiste en cercenar las ramas dejando una tercera parte de su longitud, mientras que en el desmochado solo se deja el tronco, seccionando todas las ramas.

El momento ideal para podar un árbol es a finales del invierno (para evitar los días de fríos intensos). Si lo hiciéramos en primavera o verano, también eliminaremos muchas hojas y el árbol sufrirá más, además podemos provocar que la planta se debilite y deje de crecer.

Otra ventaja es que durante el período invernal, al no tener tantas hojas, podemos visualizar mejor las ramas y así saber con exactitud cuál debemos cortar. (continuará)

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