lunes, 30 de mayo de 2016

Convivencia vegetativa en armonía: el injerto (II Parte)

Técnica para la propagación de plantas
El injerto es un método de propagación vegetativa artificial de los vegetales. En la misma, una porción de tejido procedente de una planta, la variedad o injerto propiamente dicha, se une sobre otra ya asentada, el patrón, portainjerto o pie, y sólo es posible entre ejemplares más o menos estrechamente relacionados, a tenor de que los tejidos sean compatible en su conexión vascular.

Aunque tal práctica es posible aplicarla en cualquier tipo de variedad del reino vegetal, preferiblemente lo hacen para propagar especies leñosas de uso comercial, sean frutales u ornamentales y de esta forma permitir su crecimiento en terrenos o circunstancias que les son desfavorables.


También, con esa técnica,  aprovechamos la mayor resistencia del pie usado, a fin de asegurar  las características productivas de un ejemplar para que se mantengan inalteradas, frente a la dispersión genética que introduce la reproducción sexual.

En el caso de híbridos de número cromosómico impar, que son estériles por naturaleza, la propagación vegetativa es la única manera de reproducción posible. Más raramente, el injerto se utiliza para unir más de una variedad en un mismo patrón, obteniendo así un único ejemplar que produce frutos o flores de características diferentes.

La planta base que recibe el injerto se conoce como patrón, mientras la parte vegetativa acoplada se le denomina esqueje, injerto o vástago.

El éxito de la operación consiste en poner en contacto las diferentes partes que forman los tallos para así garantizar la compatibilidad funcional de ambas partes del injerto, la interacción de las células respectivas, y con ello el tránsito de las sustancias vitales.

Los injertos pueden utilizarse para cultivar variedades con requerimientos relativamente estrictos en materia de nutrición sobre pies más rústicos. Esta práctica es generalizada en el caso de los cítricos, en que se utilizan patrones capaces de sobrevivir en suelos pobres, como la naranja espinosa (Poncirus trifoliata), y la naranja amarga (Citrus x aurantium) para prender otras especies de mayor interés comercial. (continuará)

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