lunes, 10 de abril de 2017

De gustos, beneficios, símbolos y recuerdos; el olivo (I Parte)

Las ramas de olivo simbolizan la paz y la gloria
Mi preferencia por las aceitunas está asociada a un entrañable recuerdo de la infancia. Resulta que mi padre trabajaba de noche en un central azucarero, próximo a mi pueblo natal en Cuba. Cuando terminaba el turno de labor, antes de marchar a casa pasaba por el merendero de la industria y compraba un paquetico de aceitunas. Al despertar cada mañana nunca faltó en mi mesita de noche un platico con los deliciosos frutos del olivo.

El olea europaea, olivera, olivo o aceituno  es una especie típicamente mediterránea adaptada al clima de la zona. Es una especie presente en los paisajes de la península ibérica como un elemento más de los ecosistemas mediterráneos y de la cultura.


Al fruto de esta planta, de la familia de las Oleaceae, se le llama aceituna en el sur de la península, aunque también recibe el nombre de oliva en el centro-norte de España y en el resto de idiomas españoles (catalán, vasco, gallego, aragonés, aranés y leonés). En Hispanoamérica se usan indistintamente ambos nombres, aun cuando para evitar cacofonías al aceite se le llama aceite de oliva, y las denominaciones de origen recogen “aceite de oliva” como término legal. La palabra "olivo" procede del latín olivum que designa el mismo árbol, el que representa la paz y la plenitud en numerosas culturas.

Para los antiguos hebreos, el aceite de oliva era símbolo de prosperidad, bendición divina y alegría. Su carencia, significaba catástrofe o castigo. Para ellos, la unción en aceite les confería el reconocimiento divino de su autoridad, poder y gloria; por esta razón los reyes de Israel eran ungidos.

Por su parte, los cristianos ven en el olivo el símbolo de la paz y la alianza, como recuerdo de la tregua de Dios con el hombre tras el diluvio universal, cuando una paloma volvió a Noé con una rama de olivo en el pico.

El ramo de la planta que se daba en España y se ve en muchas de sus medallas y otros monumentos indica que esta región producía y era abundante en aceite del vegetal. Se ve representada la paz sobre algunas piedras sepulcrales de los primeros cristianos con una paloma que tiene en el pico una de esas ramitas, aludiendo a la que soltó Noé desde el arca.

Pero, sin duda, los islámicos son para quienes el olivo reviste una mayor importancia mística. Dentro de esta cultura, se contempla al oleo europea como el árbol central, el eje del mundo, el símbolo del hombre universal, del Profeta. Es el árbol de luz, de la verdad, árbol bendito, como lo llama el Corán, pues como el aceite de oliva alimenta las lámparas, así el Profeta ilumina a quienes le escuchan.

Otras tradiciones, que no proceden de la judeocristiana, también ven en la rama de olivo un mensaje de paz. El héroe troyano Eneas, según lo describió Virgilio en el siglo I a.C., al acercarse a la orilla donde le esperaba el rey Evandro, le mostró un manojo de la planta para indicarle que se acercaba en son de paz, buscando una alianza.

El aceituno estaba consagrado a la diosa Minerva, por cuya razón se la ve en muchos monumentos con un ramo de olivo en la mano de donde se le dio el nombre de Pacífera.

Además de la paz, era también símbolo de la victoria y de la castidad. Los nuevos esposos llevaban en Roma guirnaldas o coronas de olivo y coronaban igualmente con él los muertos que conducían a la pira. Era asimismo el atributo de los guerreros triunfadores y el premio de los vencedores en los Juegos Olímpicos. Un olivo herido por el rayo era un presagio cierto según la opinión de los augures del rompimiento de la paz.

El poeta Virgilio, para dar a conocer que el reinado de Numa Pompilio, segundo rey de Roma, fue pacífico, lo representa con un ramo de olivo en la mano. Este mismo en las medallas de los emperadores indica la paz dada o conservada a sus Estados. El olivo silvestre estaba particularmente consagrado a Apolo. Solía plantarse delante de los templos y en sus ramas se colgaban las ofrendas y las armas antiguas. La maza de Hércules era de esta madera y de la misma se hacían los cetros de los reyes.

En el pabellón de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),la corona de ramas de olivo en todo el mundo simboliza la paz universal.

Luego, los poetas han contemplado siempre al olivo rodeado de ese hálito de paz y de filosofía de vida. (continuará)

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