Crece en patios y solares yermos |
La planta en cuestión es el guizazo de caballo, recomendada por nuestros abuelos para combatir afecciones renales. Según las recomendaciones de la farmacopea popular la ingestión del cocimiento elaborado con sus raíces sirve para expulsar las piedras, cálculos, de los riñones.
Otros la recomiendan en lociones para contener hemorragias y tratar escrófulas. Y no faltan los que aseguran sus propiedades curativas para combatir enfermedades hepáticas y hasta le atribuyen cualidades anticancerígenas contra determinados tumores malignos.
Una vecina, muy ducha en estos remedios caseros, dice que el menjunje preparado a base de las hojas del guizazo de caballo erradica las manchas de la cara, las que aparecen muy frecuentes en la tez de las mujeres embarazadas.
Eso sí, la bibliografía da cuenta de que se comprobado su efecto nocivo y venenoso del follaje del arbusto utilizado como forraje para alimento animal del ganado joven.
Esta es una hierba anual de hasta 1 m de altura. Tallo estriado y rugoso. Hojas anchamente aovadas o suborbiculares de 3 a 5 lóbulos, con la base más o menos acorazonada, de 8 a 18 cm de largo y dentadas. Capítulos florales de unos 8 mm de diámetro; bracteas involucrales lanceoladas y ciliadas.
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