Sería irracional no volver la vista a estudios sobre el cambio |
Por Germán Veloz Placencia
Investigaciones científicas desarrolladas en Holguín
aconsejan modificar algunos patrones agrícolas y ofrecen alternativas para
minimizar los daños
También el Centro de Estudios de Agrosistemas Áridos, de la
Universidad de Holguín, hace a los productores agrícolas serias proposiciones
para enriquecer el manejo integrado fitosanitario de hongos del suelo y emplear
productos que estimulan las fases de crecimiento y desarrollo de cultivos,
facilitando con ese procedimiento el combate contra plagas y enfermedades.
Sería irracional no volver la vista a esos estudios y dejar
su aplicación a la voluntad de quienes deseen tenerlos a bien. La ciencia es
una de las vías que conducirá a obtener en el país la mayor cantidad posible de
los productos que se necesitan cotidianamente en la mesa.
No se puede olvidar que por no producir lo suficiente en el
gran entramado del sector agropecuario nacional, el Estado dedica al año, según
datos públicos, unos 2 000 millones de dólares por concepto de importación de
alimentos.
NUEVOS PATRONES DE PENSAMIENTO Y ACCIÓN
De las observaciones realizadas por los investigadores del
Departamento de Sanidad Vegetal se desprende que en esta provincia la siembra
de frijol, que por norma general se hace desde septiembre a enero, debe
ejecutarse desde el 15 de octubre hasta el cierre de noviembre en los
municipios de Holguín, Gibara, Rafael Freyre, Banes, Cacocum, Antilla y Calixto
García.
«Serían exceptuados de la regulación propuesta los
municipios de Moa, Sagua de Tánamo, Frank País, Mayarí y Cueto, porque nuestro
estudio arrojó que en esas zonas el comportamiento de plagas y enfermedades fue
inferior a lo registrado en los otros lugares», argumenta el ingeniero agrónomo
José Rubio Ventura, director de la mencionada entidad.
En el caso de los productores de los municipios de Báguano y
Urbano Noris, el periodo óptimo se extiende desde octubre hasta diciembre, es
decir, la etapa tradicional para aquellas áreas.
Las modificaciones en los patrones de siembra de los
primeros siete municipios mencionados se justifican, dice Rubio Ventura, por la
elevación de la temperatura, que ha rebasado los 34 grados en los años
evaluados.
«A tan desfavorable situación se unen las sistemáticas
etapas de sequía, lo cual contribuye en la aparición de plagas y enfermedades.
Todo eso ha dado pie a desequilibrios fisiológicos que tienen sus
manifestaciones en las plantas, en las pérdidas de hojas y flores o en la
madurez precoz», agrega.
Sobre la base de sus investigaciones en el campo y en
laboratorios, Yunia Morales González, especialista en Entomología y Extensión
Agraria, puntualiza que las altas temperaturas registradas en los años
estudiados aceleran los ciclos biológicos de la mosca blanca, el Trips palmi y
varios tipos de mariposas que interactúan como desfoliadores y transmisores de
virosis en las plantaciones de frijol.
Así plantea con firmeza que el poder destructivo de las
mencionadas plagas podría reducirse considerablemente con los cambios de etapas
de siembra sugeridos a municipios específicos.
En la cooperativa de producción agropecuaria Congreso
Campesino en Armas, en Mallorquín, Velasco, sus asociados, reunidos en asamblea
general, acordaron sembrar todo el frijol en octubre. Su presidente, el
ingeniero agrónomo Leonardo Carralero Torres, manifiesta que deben mantenerse
entre los mayores productores del grano en el municipio de Gibara.
«Hemos sido parte del monitoreo realizado en la zona por los
especialistas de Sanidad Vegetal y, con las observaciones realizadas entre
todos, nos percatamos de que no son factibles las siembras de septiembre, así
como las de diciembre y hasta el 15 de enero. Concluimos en que dan mejores
resultados las del 15 de octubre al 15 de noviembre», describe.
ATENCIÓN SOBRE EL TOMATE Y EL TABACO
El seguimiento de los hechos, comenta Rosa María Garzón,
especialista en Virología, también establece el efecto directo y dañino de las
altas temperaturas sobre las siembras de tomate y tabaco, al ser acosadas por
la familia de los Trips, principal vector de los tospovirus, que poseen una
amplia gama de hospederos en las malezas que crecen en las áreas plantadas y en
los espacios aledaños.
Si bien no han sugerido cambios para el calendario de
siembra del tomate, los técnicos de Sanidad Vegetal recomiendan poner interés
en el empleo de nuevas variedades y el manejo de semillas en cuanto a
certificación y tratamiento acompañante.
Un ejemplo favorable de lo que se pretende en este caso,
argumentan, lo ofreció Sainier Ballester Leyva en la cooperativa de créditos y
servicios Carlos Manuel de Céspedes, en el municipio de Calixto García. El
productor sembró la variedad ha-357 que, sin estar en condiciones de cultivo
protegido, como se aconseja generalmente, le permitió cosechar 25 toneladas en
una hectárea.
CULTIVOS DE MAÍZ, BONIATO Y YUCA CON MAYORES RENDIMIENTOS
El polo productivo de Arroyo Seco, dedicado a los granos, es
el escenario de las investigaciones mediante las cuales la ingeniera agrónoma
Vilma López Cruz, integrante del Centro de Estudios de Agrosistemas Áridos de
la Universidad de Holguín, propone una nueva metodología para combatir los
hongos que en los suelos atacan a los cultivos.
Avalada por observaciones detalladas y la aplicación de
análisis geoestadísticos, el método de muestreo que sugiere, además de
novedoso, es superior al vigente. Al tiempo que abarca más campo e incrementa
la toma de muestras, delimita los focos de infección y da pie a que sobre estos
se concentre el tratamiento con fungicidas y otras sustancias. Al no aplicar
masivamente esos productos, se ahorra y minimiza el impacto en el
medioambiente.
Otros especialistas de ese centro y alumnos de Agronomía de
la casa de altos estudios, orientados por el doctor en Ciencias Agrícolas Ramón
Núñez Tablada, trabajan a favor del uso de hongos identificados como
micorrizas.
Con ese fin, a través de los vínculos que mantiene con la
Unidad de Extensión, Investigación y Capacitación Agropecuaria de Velasco, han
localizado un grupo de productores que evaluarán en sus áreas los efectos de
esos organismos vivos en plantaciones de maíz, boniato, yuca y hortalizas.
«También, en colaboración con la Universidad de Granma,
trabajamos en la aprobación del Fitomax e, un nuevo bioestimulante producido,
igual que sus antecesores, por el Instituto Nacional de Ciencias Agropecuarias.
«Son productos totalmente ecológicos. De acuerdo con las
investigaciones, en todos los sitios donde los hemos empleado, los rendimientos
se han incrementado alrededor de un 5 %», añade.
Fuera de la voluntad de los seres humanos, el cambio
climático impone patrones. Las estocadas que minimizarán sus efectos sobre los
cultivos que proporcionan alimentos, serán las investigaciones capaces de
inducir cambios de estrategias de siembra, la creación y empleo de variedades
nuevas, la aplicación de seguros métodos de protección y certificación de
semillas, el cumplimiento de labores agrotécnicas, el despliegue de medidas
fitosanitarias, y la utilización de bioestimulantes. Si se revisa el arsenal
disponible, se verá que hay muchas alternativas. (Tomado del periódico Granma)
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