Las raíces áéreas sobresalen en este árbol |
Impresiona
desde lejos. Cuando navegamos por las tranquilas aguas de la bahía de Jagua
rumbo al muelle Real, en la rivera de la ciudad portuaria de Cienfuegos, llama
poderosamente la atención el majestuoso ficus que empina su copa al cielo,
mientras bendice con su sombra a los lugareños que se solazan en el parquecito
de la Aduana.
La
licenciada Leonor Pastrana, especialista del Departamento de Investigaciones de
la Oficina del Conservador de la Ciudad, coincide en que es una de los árboles
más veteranos de la bien llamada Perla del Sur, urbe que, fundada por colonos
franceses, cumple 200 años el próximo 22 de abril de 2019.
Árbol
para respetar
El
género ficus contiene alrededor de 900 taxones específicos e infra-específicos
aceptados de árboles, arbustos y trepadoras de la familia Moraceae, tribu monogenérica
Ficeae, oriundas de la zona intertropical, con algunas de ellas distribuidas
por las regiones templadas. La mayoría son perennes, excepto las que vegetan en
latitudes no tropicales y zonas con una larga estación seca.
Una de
las características de las especies de este género es la secreción lechosa
llamada látex que segregan al cortar o herir cualquier parte de la planta. Pero
el más característico es el tipo muy particular de inflorescencia que se parece
más a un fruto que a unas flores habituales.
El fiicus
elastica, gomero, o árbol del caucho, es una especie perennifolia del género de
los higos, nativa del nordeste de India (Assam), oeste de Indonesia (Sumatra y
Java). Fue introducida en Europa en 1815 como planta de interior.
Es una
especie grande del grupo de los ficus epífitos, que puede alcanzar de 30 a 40 metros
de altura, con un tronco macizo irregular, de 2 m de diámetro, que desarrolla raíces
aéreas y contrafuertes para anclarlo al suelo y ayudar a soportar las pesadas
ramas casi horizontales.
Las hojas
son anchas, brillantes, ovales, de 10-35 cm de largo y 5-15 cm de ancho; ese
tamaño es mayor en plantas jóvenes (ocasionalmente de 45 cm de largo), mucho
más pequeñas en ejemplares viejos (típicamente de 10 cm de largo).
Como en
otros miembros del género ficus, las flores requieren una especie particular de
avispa del higo para polinizarse, en una relación de coevolución. A causa de
esta relación, este gomero no produce flores ni coloridas ni fragantes para
atraer otros polinizadores. El fruto es un higo pequeño, amarillo verdoso oval,
de 1 cm de largo, apenas comestible; con solo una semilla viable, donde se
encuentra la avispa pertinente.
Cultivo
y usos
El ficus
elastica se cultiva mundialmente como planta ornamental de exteriores, en
climas cálidos desde el trópico a las regiones mediterráneas, y en climas fríos
como planta de interior. Aunque crece en Hawaii, la especie de avispa del higo
requerida para permitir su propagación por semilla no existe.
En
cultivo, prefiere exposiciones soleadas, pero no temperaturas altas. Tolera
bien la sequía, aunque prefiere la humedad y prospera mejor en condiciones
tropicales. Las variedades híbridas derivadas de F. elastica, como 'robusta',
con hojas mucho más anchas, rígidas y erectas son más utilizadas como planta
ornamental que la especie silvestre. Existen muchos híbridos, a menudo con
hojas variegadas.
Cuando
se produce una herida el látex fluye abundantemente, por lo que al realizar
podas es conveniente cubrir los cortes con ceniza o polvo de carbón para evitar
el sangrado.
La
mayoría de las plantas cultivadas se producen por reproducción asexual.
Generalmente se hace por plantado de esquejes o acodo aéreo. Este último método
requiere hacer un corte en el tallo, la herida, con el látex rezumante, se
rocía con hormonas enraizantes, se envuelve con musgo de esfagno húmedo.
Entonces se envuelve todo con plástico y se mantiene así unos meses. Al cabo de
ese periodo de espera se habrán desarrollado nuevas raíces de los brotes
auxiliares. El tallo ya se puede cortar por debajo de las raíces y la nueva
planta se coloca en maceta.
El
látex del árbol se usó para hacer caucho, antes de usarse Hevea brasilensis.
Esta savia es muy irritante para ojos y piel, y tóxica si se ingiere.
Ficus
elastica fue descrita por William Roxburgh ex Hornem. y publicado en
Supplementum Horti botanici hafniensis.
De
nombres se habla
Ficus
es el nombre genérico que se deriva del vocablo dado en latín al higo; en
tanto, elástica resulta un epíteto latino que significa "elástica".
Entre
la sinonimia encontramos que:
Ficus clusiifolia Summerh.
Ficus cordata Kunth & C.D.Bouché
Ficus
karet (Miq.) King
Ficus skytinodermis Summerh.
Ficus taeda Kunth & C.D.Bouché
Macrophthalma
elastica (Roxb. ex Hornem.) Gasp.
Visiania
elastica (Roxb. ex Hornem.) Gasp.
El
ficus de Cienfuegos
Justo,
el ejemplar de Cienfuegos es un ficus macrophylla, comúnmente conocido como la
Higuera de Bahía Moreton (Moreton Bay Fig). Es un gran árbol siempreverde
baniano de la familia Moraceae que es nativo de la mayor parte de la costa este
de Australia, desde la Meseta Atherton, en el norte hasta Illawarra, en Nueva
Gales del Sur, y en la Isla Lord Howe.
Su
nombre común se deriva de la Bahía Moreton en Queensland, Australia. Es muy
conocido por sus raíces tabulares, las cuales son conocidas por dañar las
aceras.
Es
ampliamente usado como un árbol atractivo en parques públicos en climas
templados con inviernos suaves como en las zonas costeras de España,
California, la costa de Portugal, Sicilia y por supuesto Australia. Los viejos
especímenes pueden alcanzar una talla extraordinaria. Su agresivo sistema de
raíces impide su uso en espacios limitados.
La
higuera de Bahía Moreton fue por primera vez descrita por el botánico francés
René Louiche Desfontaines. Su epíteto específico macrophylla se deriva del
griego antiguo makro "largo" y phyllon "hoja". El botánico
australiano Dale J. Dixon reconoció dos formas: Ficus macrophylla f.
macrophylla, un árbol que es endémico de la tierra firme de Australia, y Ficus
macrophylla f. columnaris, una hemiepífita sin un tronco principal bien
determinado, que es endémica de la Isla Lord Howe.
El
nombre común generalmente usado es higuera de Bahía Moreton, en honor a la
Bahía Moreton en el sur de Queensland, sin embargo se le encuentra en otros
lugares. El término se ha generalizado erróneamente para otras especies de
higueras en Australia. Un nombre alternativo, Higuera negra, se deriva del
color oscuro de la corteza madura.
Entérese
Grandes
especímenes de higuera de Bahía Moreton se encuentran en muchos parques y
jardines en todo el este y el noreste de Australia. Los jardines botánicos de
Brisbane y Sídney tienen numerosos ejemplares plantados a mediados del siglo
XIX.
Estas
higueras promedian de 30-35 metros de altura y 40 metros de anchura.
Actualmente la más alta higuera de Bahía Moreton se encuentra en una granja en
el valle Numinbah de Queensland y midió 49 metros en 2006. Existen muchos
grandes especímenes en Nueva Zelanda. Una higuera de Bahía Moreton en Kaipara
Harbour, Northland, en 1984 medía 26.5 metros de alto y 48.5 metros de ancho.
Existen
algunos grandes ejemplares en California, EE. UU. El más alto en Norteamérica
se encuentra en el Museo de Historia Natural de San Diego y fue plantado en
1914. En 1996 medía 23.7 metros de alto y 37.4 metros de ancho.
La más
ancha higuera de Bahía Moreton en Norteamérica se encuentra en Santa Bárbara,
California. Se le plantó en 1876, se dice por un marinero, y midió 53.6 metros
de ancho en 1997. Fue una vez una atracción turística.
El
residente de Santa Monica y senador de los Estados Unidos John P. Jones plantó
una Higuera de Bahía Moreton en la esquina de su en 1889, el cual llegó a ser
el patio del Hotel Miramar en 1921.
Existe
un magnífico espécimen extendido en el Jardín Botánico de Coimbra, Portugal.
Excelentes ejemplares también crecen en el Jardín Botánico de Palermo, Italia,
y en algunas plazas de la parte antigua de la ciudad. En el parterre de
Valencia (España), encontramos tres grandes ejemplares plantados a finales del
siglo XIX.
Curioso,
¿verdad?
Los
Ficus tienen un sistema radicular impresionante. Es muy común que éste tipo de
raíces fasciculadas grandes y gruesas invadan a distancia algún muro, jardines,
casas, pisos de cocheras y banquetas, lo cual se nota cuando las construcciones
muestran fisuras que se convierten en grietas en sus estructuras.
Las
raíces de los ficus son muy agresivas, no por lo profundas, sino por su avidez
exagerada por la humedad. Cuando encuentra una fuente de humedad, por ejemplo
una tubería, y detecta una mini fuga en ella, inmediatamente hace crecer raíces
finísimas por entre las rendijas milimétricas de la mini fuga, para llegar al
agua.
Poco a
poco las raíces finas se van engrosando y abriendo cada vez más la rendija de
la tubería y, al mismo tiempo, las raíces que han conseguido entrar dentro de
la tubería crecen en forma de cabellera para absorber el máximo de agua, con lo
que acaban obturando la tubería con los problemas graves que ello comporta.
Si son
superficiales, y se ve que constantemente están en crecimiento, es porque no
están encontrando humedad suficiente en el subsuelo, o el suelo es muy duro
(puede ser roca) y sus raíces no van a lo profundo sino a los laterales.
A causa
de la peculiar forma de las flores, los antiguos hindúes consideraban la
higuera como un árbol criptógamo (sin flores). En textos budistas e hinduistas
se hace referencia a buscar flores en una higuera para indicar la carencia de
sentido o imposibilidad de algo o, también, la total ausencia de calidad.
¿Ficus
asesino?
El ficus
aurea, es una especie conocida vulgarmente como higuera estranguladora de
Florida (o simplemente higuera estranguladora), higuera dorada, o higuerón.
Resulta un árbol de la familia Moraceae nativo del estado de Florida (EE. UU.),
del norte y oeste del Caribe, del sur de México y de América Central al sur de
Panamá.
El
epíteto específico aurea fue utilizado por el botánico inglés Thomas Nuttall,
quien describió la especie en 1846. Con posterioridad, se consideraron
inválidos otros nombres aplicados a esta especie
La
mayoría de los ficus entierra sus raíces bajo la superficie, pero el higo
estrangulador y sus similares presumen de ellas mostrándolas al público.
Son
plantas extraordinarias que crecen de semillas que sueltan las aves y otros
animales en el tope de otros árboles.Desde ahí lanzan sus raíces aéreas que van
haciéndose más gruesas, hasta cubrir al árbol que les ha servido de anfitrión.
Algunas
veces, se transforman en una suerte de mallas vivientes, con un tamaño colosal,
que llegan a ahogar y matar al árbol que han invadido.
Dos
países tienen higos estranguladores como parte de sus escudos de arma.
Uno
esIndonesia, donde el árbol simboliza la unidad dentro de la diversidad,
mientras que sus raíces colgando representan las numerosas islas que componen
la nación.El otro es Barbados, que debe su nombre a la imagen que vio el
explorador portugués Pedro a Campos, cuando su barco llegó a la isla en 1536.
El
marino encontró muchos higos estranguladores que crecían a lo largo de la
costa, del tipo llamado Ficus citrifolia. Eran masas de raíces marrones y
rojizas colgando de las ramas de los árboles, como mechones de pelo
enmarañados. Por eso a Campos nombró la isla de Los Barbados ("los
barbudos").
Testigo
de la historia
Sin
embargo, los higos estranguladores ya habían conquistado la mente humana desde
hacía mucho antes. Budistas, hinduistas y jainistas han venerado esta especie
por más de dos milenios.
El
mismo árbol aparece en los himnos de batalla cantados por el pueblo védico hace
3.500 años. Y, 1.500 años antes, apareció en los mitos y el arte de la
civilización del Valle del Indo.
En
algunos casos se presentan en historias de ficción, folclore y ritos de
fertilidad. El más notorio es el baniano indio (Ficus benghalensis), un árbol
tan grande que de lejos puede parecerse a un pequeño bosque.
Se dice
que un baniano en Uttar Pradesh es inmortal.
Al sur
de ese país, otro ejemplar surgió donde una mujer se arrojó a la hoguera
funeraria de su esposo y murió.
Ese
árbol, en Andhra Pradesh, puede proveer de refugio a 20.000 personas.
Alimento
indispensable
Los
primeros europeos que disfrutaron de la sombra de un baniano fueron Alejandro
Magno y sus soldados, quienes llegaron a la India en 326 a. C.
Sus historias
de este árbol pronto alcanzaron al filósofo griego Teofrasto, el fundador de la
botánica moderna. Había estado estudiando la higuera comestible, Ficus carica,
y notó insectos diminutos que entraban o salían de los higos.
Pasarían
más de 2.000 años antes de que los científicos se dieran cuenta que cada
especie ficus tiene sus propias avispas polinizadoras.Del
mismo modo, cada especie de avispa de higuera sólo puede poner sus huevos en
las flores de sus higos compañeros.
Esta
relación comenzó hace más de 80 millones de años y ha moldeado el mundo desde
entonces.
Interesante,
¿no es así?
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