Repollo de col china |
Cuentan
que excavaciones neolíticas realizadas en los asentamientos de Bampo revelan el
hallazgo de semillas de la col china. Oriunda del extremo oriente, desde hace
más 1 500 años es cultivada en el gigante asiático, y de allí se propagó a
Japón, a fines del siglo XIX.
Obligada
en la dieta culinaria de los chinos, la Brassica rapa (por su nombre botánico
Brassica pekinensis) posee propiedades medicinales muy interesantes. Entre las
más sobresalientes están que ayuda a prevenir el colesterol alto, la hipertensión
y el cáncer de mama.
Así
como lo lee. Pues resulta que su contenido en brassinin y al poseer “indoles e
isothiocyanates”, en casos de niveles bajos de estrógeno, se convierte en una
doble arma en la lucha contra los citados tumores.
Desde
el punto de vista nutricional, la col china aporta al organismo humano altos
niveles de potasio, mineral que participa en la síntesis de las proteínas y
diferentes funciones celulares. También constituye una buena fuente de vitamina
A, que, entre otros beneficios, protege y cuida de la vista, así como a los
dientes y huesos.
Volvamos
atrás. Decía que era un componente común en la mesa de muchos países asiáticos,
en especial en la China de Cantón. Suelen prepararse cocidas, frescas o en encurtidos. Una de las tantas recetas,
por demás rápida de hacer, consiste en
cortar las hojas muy finas y
cocer por espacio de 3 a 4
minutos. Se sirven con salsa de soja y semillas de sésamo ligeramente tostadas.
Es una
hortaliza muy parecida a la acelga, incluso con un gusto similar. Como ésta,
además de su uso en ensalada natural, puede emplearse en caldos y guisados. En
todos los casos es aconsejable separar las hojas y lavarlas una a una. Las
verdes deben cocinarse aparte de los tallos.
Si fuera un stir fry, esa porción del
vegetal cortarla a lo juliana.
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