domingo, 19 de febrero de 2012

“Qué vuestro alimento sea vuestra medicina”


La proverbial expresión "que vuestro alimento sea vuestra medicina" es atribuida a Hipócrates ( 460-377 a.n.e.), considerado el galeno más importante de la antigüedad y padre de las ciencias médicas del mundo occidental. Este destacado investigador de la salud humana, habló hace casi 25 siglos de las medidas preventivas para preservar la calidad de vida. De ellas estimó como fundamental la de mantener una dieta nutritiva equilibrada con bajo contenido de grasas.

  Los alimentos, por tanto, constituyen un elemento esencial para los seres vivientes y entre las importantes funciones, está su valor como fuente de energía. Se ha demostrado que  existen algunos que de forma particular o combinados pueden ser dañinos. En cambio otros, además de nutrir al organismo humano,  ayudan a prevenir y curar enfermedades. En este último caso está la alimentación natural, que amén de retrasar el deterioro orgánico propio del envejecimiento y aumentar la calidad de vida de las personas, puede prevenir afecciones crónicas tales como cerebro-vasculares, hipertensión arterial, infarto cardiaco, la diabetes, osteoporosis, cataratas y problemas reumáticos, entre otros males.
  Durante los últimos años, en Cuba, se ha venido implantando un amplio programa para el desarrollo de la medicina natural y tradicional. De igual forma se  ha venido impulsando la observancia de las medidas preventivas que tiene sus pilares fundamentales en la atención primaria que se ejerce por el médico de la familia y las instituciones comunitarias. Sin embargo, para lograr una cabal efectividad de estos propósitos, esta labor tiene que relacionarse muy íntimamente con el estilo de vida y los hábitos correctos de alimentación.
  Se ha dicho, con toda razón, que la salud no es sencillamente la ausencia de enfermedades, ella depende en gran medida de los alimentos que ingerimos, y que estos sean bien balanceados y en adecuadas cantidades.
  Existe el falso concepto de que la mejor dieta es aquella que tiene mucha proteína de origen animal, con exageración de grasas y azúcares. Sin embargo, se olvidan de los vegetales, las hortalizas y las frutas, cuyo consumo de forma general y en muchos países es bastante bajo.
  Ahora bien, está más que probado lo ventajoso de que la base de los alimentos que deben consumirse, sean los vegetales y las frutas, pues contienen las vitaminas, enzimas y minerales más importantes para el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo, y lo que es más importante aún, la prevención de enfermedades.
  Partir del impulso de los diferentes subprogramas de la reconocida Agricultura Urbana cubana se han impulsado notablemente el cultivo de  múltiples variedades de vegetales, hortalizas, frutas, condimentos y plantas medicinales, que pueden encontrarse en organopónicos, huertos intensivos y patios familiares. Incluso en algunas de estas unidades se dan a conocer los valores nutritivos y propiedades de estos alimentos, a fin de  que pueda combinarlos en la dieta diaria. Todo es cuestión de educar al paladar, pero siempre con la convicción de lo mucho que significan para mantenernos nutridos y saludables al mismo tiempo.










 


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