El tomate es uno de los vegetales más consumido |
Un consorcio internacional de 300 científicos, denominado Tomato Genomics Consortium (en el cual participaron tres profesionales del INTA y CONICET), desentrañó el genoma del tomate, alimento muy presente en la mesa de los argentinos. El suceso es un punto de partida necesario para mejorar las propiedades del producto, como su sabor, la composición nutricional, y el tiempo de conservación.
La investigación fue publicada durante el día de hoy por la prestigiosa revista científica Nature. El proyecto de decodificación, cuyo inicio comenzó a gestarse desde 2002 a partir de una reunión de especialistas de distintos lugares del mundo, finalizó su versión más completa el año pasado, incluyendo los aportes analizados por Argentina.
Las pesquisas consistieron en la comparación del material genético del tomate cultivado con el tomate silvestre, y a partir de allí se los ponderó con el genoma de la papa, el cual es un “pariente” cercano del tomate.
"Nuestro grupo estuvo a cargo de secuenciar el genoma de la mitocondria, y fue un trabajo que nos enriqueció porque estuvimos en contacto con científicos de 13 países", dijo Fernando Carrari del Instituto de Biotecnología del INTA en Castelar a un diario matutino. El equipo, además, está constituido por los argentinos Gabriel Lichtenstein y Mariana Conte.
Luego de esta primera etapa, los científicos tienen el desafío de explicar cuáles son las funciones de sus 35.000 genes, e identificar cuáles definen el sabor, color, y otras propiedades importantes para el consumo del vegetal. Por ejemplo, los investigadores del INTA dedican sus esfuerzos para hallar qué material genético es el que determina la composición del nivel de vitamina E que tiene el tomate
.
"En la mayorías de las verdulerías, los tomates tienen bajas cantidades de vitamina E y distinto sabor, a diferencia de lo que pasa en los que provienen de huertas familiares que hemos estudiado con las universidades públicas de Cuyo, Rosario, Córdoba y del Litoral. La próxima meta es conocer el por qué de esas diferencias para poder mejorar tanto el sabor como el valor nutricional", explicó Carrari.
Para los especialistas del INTA, la producción moderna masiva del tomate y la propia adulteración genética para mejorar su rendimiento y rentabilidad afectó al sabor del vegetal. “Las prácticas del cultivo han llevado a buscar en poco espacio y mucho rendimiento, sin atender al sabor”, sostuvo Carrari.
El logro realizado por el Tomato Genomics Consortium comprende un gran interés comercial, pues su producción global se estima en más de las 140.000 millones de toneladas. Para la Argentina la expectativa tampoco debería ser menor: junto con la papa, el tomate es el vegetal más consumido.(Tomado de InfoBAE.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario