martes, 28 de febrero de 2012

Por qué comer frutas y vegetales

Estas son bondades de la naturaleza
A saber, las vitaminas y minerales presentes en las frutas y vegetales son imprescindibles para el organismo.  En el caso de los segundos se ha comprobado que el ser humano, por diferentes motivos, tiene carencias de ellos y por lo tanto es necesario suministrarlos del medio del exterior, y si se ingiere de productos naturales mucho mejor.

Por ejemplo, antes se creía que no existía deficiencia de cinc (presente en la zanahoria, acelga y apio) en el hombre, pero se han encontrado enfermedades causadas por carencias de este elemento en poblaciones mal nutridas. De igual forma hay evidencias de que la ingestión de magnesio ha descendido de forma general en el mundo; sin embargo,  un aporte extra de esta sustancia ayuda a prevenir enfermedades del músculo cardíaco.


En el caso de calcio, éste penetra a través de nuestra dieta, pero es eliminado continuamente a través de diversos caminos (riñones, bilis, jugos digestivos y piel). En la mujer este mineral resulta muy importante durante la gestación y la lactancia. Entre los beneficios del componente está el de ayudar a  la coagulación de la sangre. La leche sigue siendo la mejor fuente, aunque no la única, pues podemos encontrarlo en el ajo, berro, espinaca, berza, perejil, caimito, cereza, coco y lima, entre otros. La insuficiencia del calcio es el factor fundamental en el desencadenamiento de la osteoporosis y la paradontosis.

Veamos a continuación la influencia para la salud de otros minerales.

El azufre (cereza, naranja y almendras) ayuda a la combustión del azúcar, forma huesos, desintoxica, hace crecer el cabello y tonifica . El cloro, por su parte, favorece la digestión y el crecimiento. Mientras, el cobre (naranja, berza, col y otros) es indispensable en la formación de los huesos, antinflamatorio y útil contra la artritis.

El fluor (manzana y uva) previene enfermedades contagiosas, asimismo protege el sistema óseo y los dientes. En cuanto al fósforo (ciruelas, almendras, ajo,. quimbombó y espinaca) es nutriente del cerebro y sostén nervioso. Al manganeso (naranja, manzana, uva y cerezas) se le atribuye el buen funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, así como interviene en el metabolismo de las grasas.

El cacao  contiene vitaminas C , A y B.  Además, en él está la presencia de agua, proteínas, grasa y potasio. Actúa sobre el sistema nervioso y el corazón. Es muy nutritivo, energético y reconstituyente. Es muy utilizado en afecciones crónicas del pecho.

Por su parte, el caimito es rico en vitaminas A, C y B. Contiene calorías, carbohidratos, proteínas, calcio, fibra, fósforo y hierro. En tanto, en la cereza podemos encontrar vitaminas A, B 1, B 2, B 6, B 3 y C. Entre los minerales están presentes el hierro, potasio, calcio fósforo, sodio, magnesio y silicio. Según los estudios es muy aconsejable para el reumatismo, la gota y la arteriosclerosis, dado la abundancia en ella del ácido salicílico.

La ciruela, por su parte, tiene efectos curativos en las enfermedades de los riñones, hemorroides, estreñimiento, enfermedades del hígado y de la vesícula biliar. También combate la anemia, la artritis, el exceso de colesterol, la congestión de la sangre, la arteriosclerosis, reumatismo y la gota.

El coco se  caracteriza por poseer vitaminas A, B,  B1, B 2, E, PP y C. Contiene agua, proteínas, fibras, azúcares, calcio, fósforo, potasio, sodio, magnesio, azufre, cloro, silicio, bario. No debe consumirse con lácteos, por cuanto sus grasas son diferentes. Tampoco debe mezclarse con huevos. Los efectos curativos de esta fruta se dan esencialmente por el contenido de magnesio que posee.

Muchos científicos coinciden en señalar la defensa del coco contra las alteraciones cancerígenas de  las células. Su pulpa y leche, consumidas en ayuna, provocan la expulsión de determinados tipo de tenias. Es también conocido que algunas sustancias presentes en su composición destruyen los radicales libres. Dada la riqueza de calcio y fósforo se ha demostrado que fortifica la piel, uñas, dientes y tejidos nerviosos. A la vez que nutritivo es energético por el contenido de grasa, por lo que muchos investigadores lo consideran un sustituto ideal para los huevos y la leche.

Según los estudiosos la  chirimoya es recomendable para personas desnutridas, anémicas y con problemas con la digestión. Ellas poseen un látex que proporciona bajar de peso. Por su parte la guanábana es considerada la fruta de la digestión. Regula la temperatura del estómago. El té de sus flores se usa como pectorante. Por  el látex que contiene la pulpa es muy efectiva contra el estreñimiento crónico. Desinflama el colon y cicatriza las úlceras en él, cura la diverticulosis y fortifica la flora intestinal.

La guayaba es justamente catalogada la reina de las frutas valorada por ser la más compleja en nutrientes, vitaminas, proteínas, sales minerales y oligoelementos. Se recomienda consumirla cruda y con cáscara. La del tipo roja contiene más vitamina A, mientras que la blanca es rica en vitamina E. El contenido de la vitamina C en la guayaba es cinco veces mayor que en la naranja.. Estimula la actividad del corazón y es aconsejable para bajar la presión  arterial.Para los dolores de las articulaciones se recomienda utilizar 3 ó 4 de estas frutas maduras y picadas, dentro de un litro de agua hervida. Se deja en remojo durante tres horas y se consume diariamente por un lapso entre 15 a 90 días.

Un cítrico poco conocido y sin embargo muy beneficiosa es la lima. Se recomienda para combatir la enfermedad conocida como gota, por ser muy rica en calcio y contener ácido cítrico fórmico. Su jugo mezclado con agua es bueno para bajar la fiebre. También esta misma combinación se utiliza para combatir la arteriosclerosis. Para las enfermedades de la piel se recomienda consumir cuatro limas todas las mañanas. El té de su cáscara facilita la digestión y combate los gases. Tonifica los nervios.

Para el tratamiento en contra de la gota: Se les extrae las semillas y se licúa la cáscara en un vaso de agua. Se toma durante diez días, hora y media antes del desayuno. Se puede repetir el tratamiento luego de cinco días de descanso. Para los gases ingerir agua aromática de la cáscara de una lima después de cada comida, en tanto los hepáticos pueden beber un vaso de jugo licuado una hora antes del desayuno por 20 días.

En tanto, los que padecen de diabetes se les aconseja licuar una lima pequeña con cáscara, sin semilla, en medio vaso de agua. Colar y tomar una hora antes del almuerzo. Inicialmente hacerlo por espacio de diez días, luego de ese tiempo debe hacerse un examen de curva de glicemia controlada por su médico para saber si se repite o no el tratamiento.

Para la úlcera: Tomar después de las comidas una infusión con cáscara de esa fruta por diez días. Descansar cinco y repetir el proceso. Los obesos pueden probar la efectividad si toman en ayuna un vaso grande de jugo de lima durante quince días.


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