La orquídea: fervor y salud

Bellas por su forma y color

 Las orquídeas han sido uno de las plantas más admiradas y apreciadas desde hace muchos siglos por diferentes civilizaciones y por casi todo el mundo, en consideración que entre el reino vegetal es de  las más prolíferas en variedades, con más de 700 especies.

Pues bien, además de su innegable belleza e hidalguía, investigaciones recientes dan cuanta de las propiedades medicinales nuevas, sobre todo la regenerativa de la también llamada flor del fervor, que permiten una vida más longeva y saludable. Esas mismos resultados apuntan a la influencia de sus esencias y componentes en el mejoramiento de la actividad sexual entre las parejas humanas.


Haciendo un poco de historia, se sabe que los chinos  Antes de Cristo cultivaron algunas especies de orquídeas del género Cymbidium. También los griegos las conocían pues fue Teofrasto, discípulo de Aristóteles quien les dio el nombre de orquídeas (orchis=testiculo) debido a la forma de sus pseudobulbos.

En México Prehispánico también conocían y cultivaban estas plantas. Se reporta que desde el reinado Azteca de Itzcoatl (1427-1440) se utilizó la vainilla (una de las especies de estas plantas). Durante los reinados de Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469) y Axacayatl (1469-1420) se usó  como pago de tributos. Moctezuma (1502-1520) aromatizaba la bebida "Chocolatl" a base de cacao con el fruto maduro de esta orquídea y miel de abeja.

Desde tiempo muy remoto se utilizaron las orquídeas con fines medicinas (entre ellas la Cyrtopodium punctatum).  Existe constancia de que, por ejemplo, la Arpohyllum spicatum  se usó para curar o atenuar disentería y la Enciclya citrina para curar heridas infectadas.

El uso de varias clases de orquídeas, de las que sobresale la Encyclia venenosa para la obtención de mucílagos o "tzacuhtli", fue importante para elaborar adhesivos, mordentes de pigmentos y en el arte plumario. Otros usos tienen otros fines como productos aglutinantes, condimentos y aromatizantes.

Y como dato curioso le diremos que en Michoacán, México, además del extensivo empleo ornamental, el mucilago de los pseudobulbos, especialmente el de la Laelia autumnalis se utiliza en la confección de dulces paran el llamado Día de los muertos.