lunes, 14 de octubre de 2013

El exótico mundo de los cactus (V Parte

Tunas con sus frutos
Cuando pensamos en plantas medicinales o comestibles pocas veces lo asociamos a los cactus. Error. Pues sepa que existen determinadas especies de esta familia de las cactáceas que se distinguen por los beneficios que le prestan a la salud del organismo humano. Tal es el caso del nopal o la tuna, como también se le conoce.

Al igual que la manzana, el cactus contiene una sustancia conocida como pectina que es la que rodea las paredes internas del cactus que están en contacto con la piel. Esta sustancia tiene muchas funciones, entre ellas la de ayudarnos a reducir los niveles de colesterol malo.


En algunos países se ha puesto de moda ingerir una dieta a base de jugo de nopal con naranja u otra fruta contra la obesidad. También se habla que ayuda a las personas que padecen diabetes, pues incrementa los niveles y la sensibilidad a la insulina y con esto estabiliza y regula el nivel de azúcar en la sangre.

En tanto, existe pruebas científicas del poder hipoglucemiante de esta planta, es decir, como un efectivo tratamiento para la prevención de la diabetes. En estos estudios se ha demostrado que la ingestión de nopal antes de cada alimento, durante 10 días, provoca la disminución del peso corporal y reduce las concentraciones de glucosa, colesterol malo y triglicéridos en sangre.

Asimismo, las tunas  poseen antibióticos naturales, esta propiedad está relacionada con el metabolismo ácido crasuláceo (CAM) de las plantas, el cual, en las cactáceas inhibe o suspende el crecimiento de varias especies bacterianas. De ahí que tanto el consumo del nopal como la aplicación de cataplasmas de pencas de nopal tengan efectos benéficos en heridas e infecciones de la piel.

Según fuentes consultadas en Internet un experimento realizado con ratones con tumores cancerígenos, se administraron extractos acuosos de Opuntia máxima (sustancia que se encuentra en el nopal) y se encontró la prolongación del periodo de latencia de dichos tumores malignos. No curó el cáncer pero lo detuvo. Aún no se sabe la causa, pero se están realizando varios estudios al respecto.

Se sabe, además, que el consumo de este tipo de cactus contrarresta los desórdenes gastrointestinales y digestión. Las fibras vegetales y los mucílagos controlan el exceso de ácidos gástricos y protegen la mucosa gastrointestinal previniendo así, las úlceras gástricas y todo ese tipo de afecciones.

Las toxinas ambientales provocadas por el alcohol y el humo del cigarro que inhiben el sistema inmunológico del cuerpo, son eliminadas por el nopal. También limpia el colon ya que contiene fibras dietéticas solubles e insolubles. Estas absorben agua y aceleran el paso de los alimentos por el tracto digestivo y contribuyen a regular el movimiento intestinal, además,  ayudan a diluir la concentración de cancerígenos que pudieran estar presente.

Estudios realizados por investigadores en Argentina revelaron que  tanto las frutas de los cactus como las infusiones de sus flores se emplearon tradicionalmente en la medicina popular de ese país para el tratamiento de úlceras, alergias, fatiga, reumatismo y para aliviar la resaca alcohólica, entre otros.

Informes dan cuenta que tanto en México, como en China y la India, además del uso del nopal para algunos trastornos ya mencionado, es utilizado para daño hepático por abuso de alcohol, tos, quemaduras y asma. Por su parte, en Italia, las flores se usan para lograr un efecto diurético y en Israel descubrieron que las flores secas pueden ser usadas para tratar problemas prostáticos. (continuará)
 







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