lunes, 1 de agosto de 2016

El bonsái, ¿árbol en miniatura o enano? (II Parte)


Pueden lograrse variadas especies
Pruebe, usted, hacer su propio bonsái. El primer paso es adquirir un árbol para transformarlo; una opción puede ser mediante la compra de un pre-bonsái (material poco avanzado listo para ser podado y alambrado) y otra puede ser utilizando una de las varias técnicas de formación posibles.

Sin embargo, es muy importante seleccionar una especie arbórea que se adapte a sus condiciones medioambientales. Si fueran árboles no tropicales crecerán perfectamente bien si están protegidos de la luz solar intensa o temperaturas tremendamente bajas cercanas a la congelación.


Ahora que hemos seleccionado el tipo de planta, vamos a proceder para realmente conseguir un buen ejemplar. Como se mencionó anteriormente, se podría también comprar un pre-bonsái, que es "material casi virgen” (con potencial para ser convertido en la muestra deseada) y que formará usted mismo, una manera muy apropiada para obtener resultados rápidos.

Empecemos dando un repaso a la técnica individual más importante para el bonsái; la poda. Esta operación es crucial a fin de mantener los árboles miniaturizados, así como para darles forma. En última instancia, el objetivo es crear un bonsái que se asemeje a la naturaleza tanto como sea posible.

El invierno y principio de la primavera son las estaciones más adecuadas para proceder a la podadura, aunque esto dependerá del tipo de árbol que tengas.

No es posible decir qué ramas cercenar  para formar tu planta sin verla realmente, ayuda bastante el mirar algunas evoluciones de bonsái, tenerlas como referencia y comenzar desde allí.

Algunos ejemplos de casos en los que una rama normalmente deberá ser eliminada son:

- Si dos ramas nacen a la misma altura del árbol, conserva una de ellas y elimina la otra.
- Quita ramas con giros y vueltas antinaturales.
- Quita ramas desproporcionadamente gruesas, sobre todo, si nacen de la copa del árbol.

Otra técnica importante para dar forma a un bonsái es el alambrado. El alambre de aluminio anodizado (o de cobre recocido) debe enrollarse cuidadosamente alrededor de las ramas para hacer posible su doblado y así formarlas, al menos hasta cierto punto.

El alambrado puede realizarse durante todo el año aunque, sin dudas,  hay épocas más adecuadas que otras; por ejemplo, las ramas puede que sean más flexibles en algunos períodos  determinados, y sobre todo, si la torsión a realizar es importante se recomienda hacerlo en el momento propicio que suele ser durante el invierno.

Asegúrese además, de quitar el alambre antes de que comience a clavarse en las brozas a medida que éstas crecen y se hacen más gruesas. (continuará)


No hay comentarios:

Publicar un comentario