lunes, 6 de marzo de 2017

Las flores y la sexualidad (Parte 4 y final)

Flores de Bach
El investigador y médico homeopático inglés Edward Bach dedicó gran parte de su trabajo científico al estudio de uno de los fenómenos más interesantes de la medicina alternativa contemporánea: la relación entre el alma humana y la manifestación de la enfermedad, que tiene en cuenta el elemento psíquico de esta.

El prominente galeno experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, en Gran Bretaña, de donde él era originario, hasta encontrar 38 remedios naturales, cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas 38 flores se les llaman Flores de Bach.


El método terapéutico del Dr. Bach se basaba en el hecho de que la enfermedad no sólo es el resultado de trastornos corporales, sino que tiene su origen en sentimientos y actitudes negativas que bloquean nuestra energía vital.

El punto fuerte de la terapia de las flores radica en la normalización de los trastornos psíquicos y en la resolución de los conflictos internos, así como en la mejoría del dolor físico con causas psíquicas reconciliables o síntomas concomitantes.

Las flores de Bach no solo son adecuadas para el tratamiento armonizador psicofísico en enfermedades de todo tipo -en ocasiones de modo adicional al tratamiento médico-, sino también para cuidar la salud y llevar una vida sana, puesto que estabilizan y eliminan lo puntos flojos de tipo psíquico.

Estas esencias florales son una gran ayuda en casos en que la falta de deseo sexual o libido se vea seriamente disminuida o erradicada de nuestra vida. Múltiples factores pueden incidir en el aumento y descenso del deseo sexual de las mujeres y de los hombres. Estas causas pueden ser pasajeras o mantenerse en el tiempo: eso sí en cualquiera de los casos pasa factura a nuestra vida sexual, sobretodo cuando la estamos compartiendo con otra persona.

A lo largo de la vida, tanto hombres como mujeres, pasamos por diferentes etapas de aumento y descenso del deseo sexual. Estas fluctuaciones pueden venir condicionadas por múltiples aspectos como pueden ser por causas hormonales, problemas laborales, personales, etapas de cambios, situaciones de estrés o ansiedad, baja autoestima…

En este sentido es importante saber diferenciar si la etapa de escaso interés es algo transitorio o bien si éste se mantiene de una forma continuada en el tiempo. Es precisamente en este último caso cuando deberíamos comenzar a sospechar de la posible existencia del problema.

Si queremos solucionar  la disfunción,  la terapia floral puede ayudarnos a conseguirlo. Para ello, utilizaremos las siguientes esencias florales: Hornbeam y Olive, para el agotamiento, la falta de interés y la falta de energía; Wild Rose, para devolver el interés y la motivación; Crab Apple, para la sensación de que el sexo es sucio y malo; Agrimony, para los que dan la apariencia de que no tienen un problema; Rock Water, para quienes se mantienen hieráticos e inflexibles; Holly para renacer el amor.

Las flores de Bach pueden tener uso tópico. En tal caso, Agregar 1 a 10 gotas del concentrado de cada esencia seleccionada por cada 30 gramos de crema, aceite o loción. Consumir en forma diaria, ya sea exclusivamente o como suplemento de la administración oral.

 Las gotas de esencia también pueden aplicarse directamente sobre el cuerpo conjuntamente con tratamientos de masaje, digitopuntura, quiropraxia o reflexologia podal.

Si bien, son cuestionables y no faltan los detractores a estas técnicas homeopáticas, lo que si está demostrado que son inocuas y nada agresivas al organismo humano. Nada de pierde con probar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario