lunes, 7 de mayo de 2018

Níspero, la fruta que cura (I Parte)

Ramas cuajadas de frutos
Confieso que de niño jamás me llamaron la atención aquellas frutas de color terroso. Luego supe que su nombre era níspero. Empero, con el tiempo, ya de adulto, un día decidí probar su pulpa en jugo y quedé fascinado por el agradable sabor.

Interesado por saber más de la planta conocí que se trata de un árbol de unos 5-8m de altura muy ramificado que florece en otoño, dando un gran número de flores blancas agrupadas en los extremos de las ramas. Estas flores dan lugar a un fruto anaranjado muy jugoso y de sabor algo ácido, de hasta 6 cm de largo.Pertenece  a la familia de las Rosáceas, cuyo nombre científico es Eriobotrya japonica. Las hojas son alternas y cubiertas de pelos, de forma lanceolada o elíptica. Miden entre 15 y 20cm de largo y presentan el margen aserrado.


Aunque es larga la lista de beneficios por el consumo del níspero, en resumen puede decirse que esta planta, y en especial su fruto, aportan cantidades apreciables de magnesio y calcio, si bien el mineral más abundante es el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, incide en la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.(continuará)


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