viernes, 12 de julio de 2019

Fármacos naturales, un uso imperecedero


La arnica es de las plantas con varias propiedades medicinales

Hace algunos años se divulgó la noticia de que un eminente científico, desahuciado por los médicos y a punto de morir después de recibir la picadura de un sapo venenoso, salvó la vida con los métodos curativos de una tribu indígena de Latinoamérica.

El propio investigador reconoció públicamente que no hubo en ello nada de oscurantismo y probó en su persona cuánto podía recibir aún la ciencia de la experiencia natural acumulada durante miles de años y transmitida de una generación a otra.


Ante hechos como este vale la pena reflexionar sobre la importancia y resultados de la Medicina Natural y Tradicional (MNT) y otros métodos no convencionales como la acupuntura en el quehacer médico sanitario del país.

Los primeros indicios de la  MNT tuvieron lugar en Cuba en la década de 1980 , con la creación, a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro, del grupo de investigaciones Juan Tomás Roig, dedicado al estudio de la aplicación de los recursos naturales con fines terapéuticos.

Inicialmente lo integraron estudiantes de Medicina y Agronomía, con el asesoramiento de especialistas de esas ramas y en la medida en que aumentaron los testimonios de la población sobre el empleo de yerbas medicinales, quedó clara la importancia de convertir su indagación en un movimiento especializado y a la vez masivo.

Una década después,  la MNT cobró fuerza hasta formar  parte del Programa Nacional de Medicamentos, como una herramienta más que cubre tanto la atención primaria de la salud como los hospitales.
Hoy prácticamente todos los municipios del país cuentan con fincas especializadas en el cultivo de plantas medicinales y se cuentan por toneladas las producciones  de masa seca de arbustos curativos que se entregan anualmente a la industria farmacéutica.

Los mayores volúmenes recolectados son de orégano francés, muralla, sábila, tilo, mangle, majagua, guayaba, añil cimarrón, naranja dulce, pino macho y pasiflora, los que aportan millones  de frascos de jarabes, cremas, melitos, lociones y tinturas, entre otras presentaciones.

Su uso es común  en dermatología, oftalmología, ortopedia y psiquiatría; incluye el yoga, la relajación, la terapia floral, los masajes y las propiedades curativas de las plantas, aparte de otros métodos.
Asimismo la acupuntura, una práctica milenaria china,  estimula la capacidad natural del organismo para luchar contra ciertas afecciones a partir del control en el sistema meridiano energético del cuerpo.

Aunque no sustituye a otros métodos como el empleo de medicamentos o la necesidad de una cirugía, es destacable su eficacia, pues se liberan sustancias químicas que reducen e incluso erradican sensaciones dolorosas.

Este proceder ha probado su efectividad, por ejemplo, para contrarrestar la sinusitis, el asma, la migraña, la gastritis, malestares causados por lumbalgia, artrosis, trastornos musculares y problemas gastrointestinales, entre otros.

Mirar con interés científico cada cosa que nos rodea, permite hoy aprovechar la experiencia de muchos habitantes del mundo que combatieron o vencen las enfermedades por la experiencia que poseen  de la utilización de los fármacos naturales.

Sin subestimar la importancia del desarrollo de la ciencia médica, vale la pena recopilar, estudiar y profundizar en el dominio de la población sobre las plantas medicinales, pues ellas pueden frenar la desmedida tendencia del consumo de antibióticos o analgésicos, o favorecer la fabricación de otros más eficientes. (Tomado del periódico La Demajagua)

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