viernes, 31 de enero de 2020

Manzana es sinónimo de salud


Sin dudas, la manzana es la más universal de las frutas

Reza una  frase en inglés: “An apple a day keeps the doctor away” (una manzana al día aleja al médico de tu puerta). Y si la sabiduría popular le atañe tal cualidad es porque en realidad esa fruta, disponible  por demás todo el año en muchos países, posee muchas propiedades curativas, aparte de su reconocido poder diurético.

A lo largo de la historia, a la fruta del manzano se le confiere simbolismo. En la Biblia la  menciona como el fruto prohibido que provocó la expulsión del ser humano del paraíso, cuando Eva, la primera mujer, la probó y cayó en pecado.


Incluso sin conocer su composición química y sus propiedades nutricionales, la sabiduría popular siempre le ha atribuido virtudes saludables. Hace miles de años que se recolectan estas frutas. Se cree que ya existían en la prehistoria tal y como lo demuestran restos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones neolíticas. 

En el siglo XII a.C. el manzano era cultivado en los fértiles valles del Nilo en tiempos del faraón Ramsés III. La mitología griega cuenta que la manzana de oro que París entrega a la diosa Venus y que provoca la enemistad entre Atenea y Hero, pasó a la historia como la conocida "manzana de la discordia".

En el siglo XVI, en tanto, los conquistadores españoles extendieron el cultivo de la poma al nuevo mundo y, cien años después, desde Iberoamérica, el manzano emigró a América del Norte y posteriormente a África septentrional y a Australia.

Regalo de la naturaleza

Quizá la propiedad más conocida de la manzana sea su acción reguladora intestinal. Si la comemos cruda y con piel es útil para tratar el estreñimiento, ya que se aprovecha la fibra insoluble presente en la piel, que estimula la actividad digestiva. Igualmente, es muy rica en pectina, fibra soluble. 

Solamente una quinta parte de la pectina de la manzana se encuentra en la piel de la fruta, el resto está en la pulpa, por lo que al pelarla se pierde una pequeña cantidad. Este componente tiene la particularidad de retener agua, y se le atribuyen efectos benéficos en caso de diarrea ya que hace más lento el tránsito intestinal. Además, la manzana es una de las frutas más ricas en taninos, sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias.

Algunas de las acciones de los taninos consisten en secar y desinflamar la mucosa intestinal (capa que tapiza el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento de la diarrea. Los taninos se reconocen rápidamente por la sensación áspera que producen al paladar. No obstante, los taninos aparecen cuando se deja oscurecer la pulpa rallada de una manzana pelada.

De manera que podemos decir que la manzana cruda y con piel es laxante, es decir, útil para tratar el estreñimiento, y si la manzana se consume pelada, rallada y oscurecida tiene el efecto contrario en nuestro organismo, resulta astringente.

A pesar de que siempre se ha atribuido a la manzana la particularidad de que tomada como postre contribuye a reducir la formación de placa y evitar la caries, no debemos olvidar que contiene azúcares y ácidos que deterioran el esmalte, por lo que no puede sustituir al cepillo de dientes.

El ácido oxálico que contiene la fruta puede formar sales con ciertos minerales como el calcio y formar oxalato cálcico, por lo que su consumo se ha de tener en cuenta al padecer este tipo de cálculos renales, ya que podría agravar la situación. No obstante, gran parte de dicho ácido lo pierde mediante el cocinado de la manzana.

Útiles consejos

Anticatarral: En caso de bronquios o de tos, así como cuando se tiene el pecho cargado, es muy adecuada esta planta por sus valores expectorantes (Infusión de 15 gr. de flores secas por litro de agua. Tomar tres vasos al día).
Anticolesterol: La metionina, su alto contenido en fósforo y su riqueza en fibra soluble resultan fundamentales en el control del colesterol.
Hipotensora: El valor vasodilatador de la histidina la convierte en un buen aliado para rebajar la presión sanguínea en casos de hipertensión. (Infusión de una cucharadita de flores y hojas secas por vaso de agua. Dejar reposar 10 minutos y tomar dos vasos al día)
Sedante: Por su contenido en fósforo, resulta un alimento con valores sedantes, muy adecuado para tomarlo antes de ir a dormir, con lo cual ayuda a un sueño más placentero.
Febrígugo: Para rebajar la fiebre. (Decocción de 60 gr. por litro de agua durante 15 minutos. Colar y tomar 2 vasos al día)
Antitabaco: Una dieta a base solo de manzanas durante todo un día puede ayudar a abandonar el hábito de fumar.
Anticancerígena: Por su contenido en catequinas y quercetina, dos fitoquímicos que protegen contra la acción de los radicales libres y tienen propiedades anticancerígenas muy potentes.
Enfermedad de Méniere: las curas de vinagre de manzana con agua ayudan a mejorar esta enfermedad.
Mal olor de las axilas: El vinagre de sidra de manzana puede constituir un buen desodorante para eliminar el olor desagradable que produce el sudor de las axilas. (Mojar una gasa con este vinagre y aplicar a las axilas. A diferencia de los desodorantes industriales, no produce irritaciones en la piel)
Flaccidez: Se utiliza para realizar masajes de las zonas fláccidas y mejorar el aspecto de la piel (Mezclar medio vaso de zumo de manzana con medio vaso de zumo de melón. Masajear las partes poco firmes de la cara como la barbilla, el cuello o los pómulos.

Estética y salud

Al zumo de la fruta se  le presenta frecuentemente como producto de belleza, capaz de suavizar el cutis, dadas sus propiedades  astringentes. Para este uso debe elaborar mascarillas faciales, con el fin de eliminar impurezas y reafirmar la piel.

A las dotes medicinales anteriores le agregan su efectividad para combatir problemas de nervios, trastornos del hígado, carácter antioxidante. Y como si fuera poco, ayuda a conservar la juventud, benéfica en enfermedades del bazo, en reumatismos, ante la mala digestión, insomnios, diarreas, limpia y purifica la sangre, reconstituyente cerebral, ideal para estudiantes y personas que tienen gran actividad mental. Restaura la vitalidad y la armonía interior.

El vinagre de sidra –derivado de la manzana- puede utilizarse para eliminar los hongos de los pies, evitando la sensación de ardor que muchas veces la acompaña. Para tal dolencia el consejo es colocar los pies en un depósito con agua tibia en el que  haya diluido medio litro de este vinagre. Enjuagar con agua fría y secar bien después. 

Los baños de uñas en ese propia sustancia acuosa ayudan a fortalecerlas y evitar que se rompan.También puede resultar eficaz para disminuir la intolerancia hacia ciertos alimentos, evitando las alergias alimentarias. En tal caso debe utilizarse un par de cucharadas en un vaso de agua endulzado con miel.

Otro uso del ácido indica que es beneficioso para la salud del oído. Esto se justifica pues es rico en potasio cuya deficiencia, junto a la de magnesio, cinc y manganeso, puede producir sordera. 

Por otro lado, hidrata y regenera las mucosas por lo que puede ayudar a combatir los problemas del oído interno debido a excesiva sequedad. Para utilizarlo con tal fin hay que emplear una cucharadita de vinagre de manzana, mezclado con otra de miel por vaso de agua. Tomar tres vasos diarios durante las comidas principales. En caso de notar acidez estomacal rebajar la dosis.

Imprescindible en la cocina

Las distintas manzanas se suelen consumir crudas como fruta de mesa o como ingrediente de ensaladas. También resulta común emplearla en salsas y guisos, aunque sus principales aplicaciones son en compotas, dulces, tartas, pasteles, gelatinas, mermeladas y zumos. 

Las manzanas crudas cortadas en rodajas o picadas aportan una textura fresca y crujiente a las ensaladas; la famosa ensalada Waldorf consiste en dados de apio, manzana y nueces troceadas aliñados con mayonesa. Al pelar la fruta se oscurece pronto y para evitar esto hay que frotarla con un limón partido por la mitad y pelar en el último momento.

Al cocinar esta fruta es importante seleccionar las variedades más adecuadas para cocer y elegir las más crujientes, jugosas y ácidas. Muchos platos que llevan este ingrediente principal, tales como tartas, empanadas, empanadillas y buñuelos dependen de la consistencia de la poma para mantener su forma. Si se añade mantequilla y azúcar a las variedades elegidas antes de iniciar la cocción, evitarán la desintegración de la misma.

Las manzanas guisadas están exquisitas con la añadidura de clavo, canela o semillas de coriandro. El ron también armoniza con esta preparación. Para acompañar a platos de huevos, carnes y pescados pueden preparar una mayonesa de manzana; elaborada al mezclar ese componente y puré de manzanas cocidas con poco azúcar. Algunos platos como el iraní khoresh combinan el manjar de marra con cebollas y canela. En Alemania occidental, por su parte, la espolvorean con migas de pan, la guisan,  fríen y acompañan con jamón.

Al preparar manzanas asadas, lo mejor es hacer una incisión alrededor de la fruta en toda su circunferencia. Esta hendidura no debe ser demasiado profunda y se hará con la punta de un cuchillo y en la parte superior de la manzana. De esta manera se evita que durante el asado reviente por efecto del calor interior y se rompa durante la cocción. Si desea preparar una compota de manzana, para mejorar su sabor, añada a la cocción un poco de agua y una ramita de canela o de vainilla y la peladura de medio limón.

Ingerir el jugo de esta fruta es también una excelente forma de aprovecharse de sus propiedades y de calmar la sed; y combina muy bien con distintas hortalizas, como la zanahoria y la remolacha, obteniéndose un jugo muy nutritivo y refrescante. 

Con la manzana también elaboran bebidas alcohólicas, como la famosa sidra, vinos y licores, como el calvados o brandy de manzana, un aguardiente obtenido mediante un doble proceso de destilación.

Historia incierta

Se desconoce el origen exacto del manzano. Unos autores señalan que procede de las montañas del Cáucaso, mientras, otros indican que el Malus sieversii (Ledeb.) Roem. es una especie silvestre que crece en las regiones montañosas de Asia media y podría ser el manzano del que se habrían originado hace 15.000 ó 20.000 años las primeras especies cultivadas de este árbol.

La manzana fue introducida en la península ibérica por los romanos y los árabes y hoy en día, España es uno de los principales países productores. Cataluña produce el 40% del total de la producción nacional seguida de Aragón, La Rioja y Navarra. En total casi 45 mil hectáreas plantadas de manzanos de las que se obtienen cada año unas 780 mil  toneladas de la fruta.

Otros países altamente productores son China, Estados Unidos, Alemania, Italia, Polonia, Francia, Irán, Rusia, India, Brasil, Bélgica, Países bajos y Austria. La facilidad de adaptación de este árbol a diferentes climas y suelos, el valor nutritivo de sus frutos y la resistencia a las más bajas temperaturas permiten cultivarlo a gran escala en todos los países de clima relativamente frío.

Existen más de mil variedades de manzanas en todo el mundo, si bien, la gama que nos ofrece el mercado es limitada, ya que tan sólo podemos elegir entre poco más de media docena de variedades.

Características botánicas

En cuanto a la forma, las manzanas son pomos por lo general de forma ovoide, a veces alargada o redonda, que esconden numerosas semillas de color pardo en su interior. Su piel es casi siempre brillante y lisa. 

El tamaño y peso de las frutas más comercializadas son aquellas cuyo calibre va desde los 75 milímetros hasta los 85 o más, y su peso oscila desde 170 gramos hasta 250 gramos. Pueden presentar diferentes colores de la piel y ello hace que diferencien las frutas en cuatro grupos: verdes, rojas, amarillas y bicolores. Todas ellas con sabores, aromas y calidad de su carne diferentes. 

La pulpa puede ser dura o blanda, pero siempre refrescante y jugosa, y su sabor va desde el muy dulce al muy ácido pasando por toda una mezcla de gustos acidulados y azucarados. La carne es más o menos aromática según la variedad. 

En una manzana está presente el 35,4 % de potasio, 26,1 % de calcio, 9,1 % de magnesio, 26,1 % de sodio, 14 % de ácido fosfórico, 6,09 % de ácido sulfúrico y 4,32 % de silicato. En tanto,  el 85% de su composición es agua, por lo que resulta una fruta muy refrescante e hidratante.
   
En cuanto a las vitaminas, contiene pequeñas cantidades de vitamina E o tocoferol y vitamina C, de acción antioxidante. El contenido en vitamina C difiere según la variedad, siendo las reinetas las que más de esta vitamina   contienen (11 mg), seguidas de la Granny Smith (7,3 mg), la Golden (5 mg) y las variedades rojas (3,6 mg). Por otra parte, también están presentes las vitaminas del grupo B que favorecen las funciones nerviosas.

En tanto, la fruta es rica en fibra, a tal punto que calculan que una unidad aporta unos 3 gramos de fibra. Esta parte no sólo está en su piel, sino también en la pulpa, y se compone fundamentalmente de celulosa y pectina, que ejercen una interesante acción sobre la regulación del tránsito intestinal. Estas fibras resultan eficaces para estimular un intestino perezoso y para ayudar a combatir una diarrea.



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