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| La naturaleza te brinda lo necesario |
Vitamina C: brecol, patata, col de bruselas, coliflor, naranja, limón, espinacas, cereza, papaya, piña, pera, plátano, melón, fresa, pimiento verde.
Vitamina E: En los gérmenes de los cereales integrales, sobre todo del trigo, lechuga, cacahuete, yema de huevo, mantequilla, nueces, legumbres y aceites vegetales.
Vitamina B-2 (riboflavina): salvado de trigo, arroz integral, hortalizas verdes, carne y pescado no congelado, huevos, lácteos, frutas, harina integral y espinacas.
Vitamina B-1 o tiamina: en la levadura de cerveza, germen de trigo, arroz integral, carne de vaca, guisantes y patatas.
Zinc: germen de trigo, carne de vaca, hígado de vacuno., levadura de cerveza, pipas de calabaza, salvado de trigo, cordero y pipas de girasol.
Selenio: riñón de vaca, cerdo y cordero, atún, sardinas, cebolla, tomate, brecol, melones, bacalao, merluza y nueces, entre otros.
Resultados de investigaciones de un equipo de la Universidad Tarbait, en Irán, revelaron que tomar vitamina E puede reducir significativamente la severidad y duración de los dolores menstruales, conocidos también como dismenorrea, condición que afecta sobre todo a las adolescentes.
Los investigadores escribieron en una revista británica que el uso de la vitamina E para la dismenorrea en las jovencitas es atractivo, por el marcado saldo que demostró, ligado a la ausencia de efectos colaterales significativos.
Independientemente de que desde el punto de vista farmacéutico este es un componente que puede suministrarse por vía oral a través de cápsulas, también está presente en estado natural en determinados productos agrícolas. La podemos encontrar en los gérmenes de los cereales, especialmente del trigo, en las lechugas, los cacahuetes, la leche entera, la yema de huevo, la mantequilla, las nueces, las legumbres y los aceites vegetales.
La vitamina E, también llamada de la fertilidad, es un aceite amarillo, insoluble en agua y soluble en las grasas. Aunque se oxida con facilidad, tiene gran capacidad como antioxidante. Al no ser soluble en agua no es destruida en la cocción, aunque sí por la congelación.
Es vital para el metabolismo del hígado, participa en la formación del tejido muscular, protege del deterioro a la glándula suprarrenal. Asimismo resulta indispensable para la maduración normal del espermatozoide y el normal funcionamiento de la placenta, y también interviene en la formación del óvulo.
En cuanto al hallazgo de esta nueva cualidad descubierta para aliviar la dismenorrea, se debe señalar que los dolores por la menstruación afectan a un 40 por ciento de las mujeres adultas, de las cuales un 10 por ciento reportan que estos malestares limitan severamente lo que pueden ser por períodos de hasta tres días durante cada ciclo.
Aunque todavía no hay un dictamen concluyente, muy bien las mujeres que suelen padecer de esa desazón podrían probar con el aumento de productos ricos en vitamina E en la dieta durante los días en que estén menstruando.
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