Para realizar dicho informe, los científicos de la Universidad Estatal de Louisiana utilizaron a más de 13 mil personas de ambos sexos mayores de 19 años, quienes comieron almendras, nueces, castañas, avellanas, pecanas, piñones y pistachos por un determinado tiempo.
Tras esto, los estudiosos analizaron la aparición y prevalencia de enfermedades como la diabetes tipo II, el hipercolesterolemia, y la proteína C reactiva. Quienes comían 7 gramos o más de frutos secos durante 24 horas tenían mayores niveles de colesterol bueno y menores de proteína C reactiva, la cual puede ocasionar males cardiacos.
De igual manera, los consumidores de frutos secos tenían un menor peso corporal, un menor índice de masa corporal y una cintura más pequeña, conluye el reporte.
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