miércoles, 11 de abril de 2012

Una hortaliza llamada habichuela

Vegetal con múltiples propiedades
La presencia de la habichuela en los puntos de ventas de organopónicos, mercados agropecuarios y hasta en los carritos de  vendedores ambulantes es muy frecuente en cualquier estación del año, al menmos en nuestro país.

Este vegetal, entre otras bonanzas, tiene la de ser una planta muy productiva y adaptable a nuestro clima. Hay quienes la prefieren simplemente como ensalada, luego de un hervor  en agua con sal a fuego lento y aliñada con vinagre o limón y aceite. Otros optan por ella en compañía de algunos cárnicos en salsa.


Pero también resulta nada despreciable su uso como frijol común, sobre todo para cocinar con arroz, solo que para ello debe secarse. Esta es una de las recetas menos conocidas, pero si lo prueba verá que se quedará con los deseos de repetir la experiencia.

La habichuela es de origen americano y pertenece a la gran familia de las Leguminosas. Aunque ese es el nombre más común, en muchols países de habvla hispana se le conoce por judía, frijol, poroto, caraota, entre otros. Por supuesto, los cubanos la distinguimos de las otras variedades pues a diferencia de las semillas o granos con que hacemos el sabroso potaje, las que nos ocupa las consumimos en sus vainas y cuando aún no están hechas.

Esta leguminosa en particular constituye un alimento muy apreciado por su elevado contenido proteico. Es rica en agua y tiene, además la ventaja  de ser hipocalórico, indicado en la dieta para bajar de peso.

Debido al alto porcentaje de fibras es muy recomendable su uso para las personas que sufren de estreñimiento y de disturbios en la digestión. Puede servir para quienes padecen la diabetes, de colesterol alto y arteriosclerosis. Entre los minerales presentes en este vegetal está el hierro y de las vitaminas, abunda la niacina.

Ponemos a consideración de usted una receta fácil de hacer con la combinación de habichuela  con granos de maíz tierno. Tome dos mazos de la primera (500 gramos) y dos mazorcas de aproximadamente 200 g de peso. Además,una cebolla, 15 mililitros de jugo de limón, 34g de aceite y media cucharadita de sal.

Corte la habichuela en pedazos de 2 a 3 centímetros y viértalas en agua hirviendo en una cazuela sin tapar. Cocer las mazorcas y desgranar el maíz. Haga rebanadas de cebolla en media luna. Luego, unir todos los ingredientes y aderezarlos con el zumo, sal y aceite... y ¡Qué le aproveche!

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