Vista de la península de Guanacabibe |
Alberga ecosistemas únicos de gran fragilidad, entre los que destacan los arrecifes coralinos que se consideran entre los mejores conservados del país y de los más diversos del Caribe, razón que justifica la protección de estos valiosos recursos naturales en estado inalterado. En este sector se produce el desove de pargos y chernas.
Pues bien, entre los muchos tesoros de esta parte del geografía cubana está una famacopea auténtica y de gran arraigo entre los pobladores del lugar, trasmitida de egeneración a generación por la vía oral y la práctica de los más viejos. Por su interés pongo a consideración de mis lectores el siguiente trabajo publicado en el portal Una mirada a Guanacabibe.
Investigacion sobre farmacopea del cabo
Es conocido que el hombre desde el inicio de su existencia misma, no sólo tuvo que librar una tenaz lucha contra el hambre, las inclemencias del tiempo, las fieras y los demás hombres, sino también, contra las enfermedades y los accidentes.
En aquella época, a diferencia de ahora, lo único que el hombre tenía al alcance de su mano era lo que hoy llamamos medicina verde o tradicional y comenzó a utilizarla en su beneficio, de tal forma que su legado se ha mantenido y retomado por generaciones y ha llegado a nuestros días.
El presente trabajo fue confeccionado en 1983 y presentado al Primer Simposio de la Cultura Pinareña, conté con la colaboración de la compañera María Julia Campa y del compañero Carlos Martínez Malo, gracias a ello pude enriquecer mis notas y apuntes diversos que ya había aportado al Atlas de la Cultura desde 1980 a través del compañero Cáceres en el municipio de Sandino.
No hemos querido alterar demasiado el texto original respetando no solo su edad, sino la frescura que tiene como resultado de las fuentes utilizadas, (once informantes, habitantes del Cabo); pero, pudiera adjuntarse trabajos mucho más serios, elaborados con posterioridad, pienso por ejemplo en publicaciones del CITMA y del MINSAP entre otras.
Además de la sonrisa agradable de María Julia y la mano de amigo de Carlitos, leer estas páginas me hace recordar la simpática Lita, la recelosa Petrona, la enigmática anciana de La Irene, el padre de Caridad Márquez, aquella mujer de Cortés nacida en 1898 y que no me cumplió su promesa de vivir en tres siglos porque murió en 1999 y otros que fueron entrevistados para esta pequeña obra: “La Farmacopea del Cabo”.
En síntesis
Para lograr un orden de exposición hemos adoptado el criterio de agrupar bajo la denominación de cada enfermedad o malestar, el remedio casero, la cocción o cocimiento correspondiente; pero, identificando en primer término el nombre de la planta o materia prima empleada.
Aunque utilizamos un lenguaje bastante llano y popular no hemos querido transcribir textualmente el vocabulario usado por nuestros informantes entrevistados, no obstante, a veces usamos el vocablo deformado por ser el generalmente conocido, aunque en tal caso, lo entrecomillamos.
Otro criterio de ordenamiento seguido tiene que ver con la mayor frecuencia de las enfermedades o males padecidos y ello incide en que comencemos con la gripe o “el catarro”.
Contra la Gripe:
Amedol de Güira: se obtiene cocinando la Güira, pasándola por un colador, y agregándole azúcar o un poco de miel.Semillas de mamey y de algodón: también en cocimiento ayudan a expulsar las flemas.
Caña santa: en cocimiento sirve para atenuar el efecto de la gripe y para controlar la presión arterial.
Hojas de naranja: cocimiento tibio.
Eucalipto: las hojas se cocinan para dar baños y para hacer inhalaciones, esto descongestiona el catarro, ataca la sinusitis.
Bejuco ubí: en cocimiento, para eliminar la tos.
Salvia: en cocimiento para evitar la ronquera, en “bajos” (inhalaciones) para “descongestionar”.
Majagua: hervir tres flores en una “lata de pera”, refrescarla y luego tomarla como agua común cada vez que tenga sed, o como infusión, en menor cantidad.
Cordobán con “cogollos” de yagruma: en cocimiento para la tos.
Albahaca morada: hervida para tomar como agua cada vez que se tenga sed.
Cuajaní: se toma como cocimiento y como Amedol (jarabe).
Retoño de mango: se hierve para cocimiento y se puede hacer Amedol.
Salsafrán: de igual modo, en cocimiento o en jarabe. (Amedol).
Cáscara de cedro: se hierve, se refresca y luego se toma como agua común.
Contra los parásitos:
Piña de ratón: cocinada, luego en enema.
Cundeamor: cocinado, luego en enema.
Agua de mar: a temperatura ambiente en enema, contra la lombriz de guinea.
Apazote: cocimiento y en enemas.
Copey: cocimiento y en enemas contra la lombriz de guinea.
Fruta bomba: tomar la leche o resina.
Semillas de calabaza: comerlas crudas, contra la lombriz solitaria.
Tres cucharadas de leche de fruta bomba con tres cucharadas de leche de coco.
La piñuela: se pela, se le echa azúcar refino y se pone al sereno y antes que le de el sol por la mañana se exprime y se toma ese jugo.
El tararaco: se arranca la mata y se le coge la cebolla que echa en la raíz y se hierve para darlo en cocimiento.
Contra el dolor de oídos:
Ruda: freírla en aceite de comer y echarla en gotas al oído.
Algodón: freír el capullo en aceite de comer o `ponerlo en el oído adolorido.
Orine: acabado de orinar, en gotas al oído enfermo.Contra el dolor de estómago:
Hierba Luisa: en cocimiento, tomar si el dolor es fuerte.
Hierba Prudencia: llamada también “hierba de la vieja”, en cocimiento, contra las diarreas y cólicos.
Hierba Buena: en cocimiento para los dolores, como “perritas”.
Ruda: freírla, comerla para eliminar el “salto del estómago”, (sirve además contra el dolor de oídos).
Albahaca morada: en cocimiento, contra la mala digestión o para prevenirla si se ha comido mucho.
Manzanilla: en cocimientos, para refrescar el estómago y para luchar contra la acidez (también se usa en baños contra las erupciones de la piel).
Flor de España: en cocimiento, para los dolores y “desentonos” estomacales.
“Cogollos” de anón, de almácigo y de guayaba: en cocimiento contra las diarreas.
Anís: en cocimientos para “sacar los aires” del vientre o de cualquier otro lugar.
Hierba de Pino: la raíz, en cocimiento para contrarrestar los dolores.
Granada: la fruta madura, cocinarla para luchar contra las diarreas.
Contra el Asma:
Mostaza: puesta en compresas sobre el pecho.
Manteca de Majá: tomar algunas gotitas, no debe excederse pues puede acarrear problemas de otro tipo.
“Cogollos” de Ceiba: en cocimiento.
El “cuero” del venado: hervido, refrescado, como agua común. El trozo de piel, como en compresa, tibio o caliente, sobre el pecho.
Contra los dolores en los huesos:
Artemisa: las hojas echadas en alcohol para luego dar masajes o fricciones.
Ajo: unos dientes de ajo en alcohol, para dar fricciones luego.
Vija: en cocimiento para luchar contra el reumatismo.
Aguacate morado: los cohoyos se hierven para tomarlo contra la artrosis.
Cúrvana: la cáscara en alcohol para fricciones, contra los dolores de los huesos en general.
Hierba Santa: se toma como agua natural contra la artrosis.
Cebo de carnero: se calienta y cuando comienza a tibiarse, se aplica y se dan fricciones, se usa contra el reuma y contra “la apretazón en el pecho”.
Álamo: se hierven las hojas y se da un baño contra cualquier dolor.
Luz brillante (Keroseno) ”cuatro dedos con cuatro dedos de agua”, se “ligan” y se dan masajes (fricciones).
Contra las enfermedades del riñón:
Guizazo de Caballo: en cocimiento y luego tomarlo como agua común. Se usa para expulsar los cálculos (“piedras en el riñón”).
Martuerzo: en cocimiento contra los dolores, (cólicos nefríticos).
Llantén: en cocimiento, contra los dolores y la irritación, cuando se orina oscuro.
Nitro: tomarlo en cocimiento o como agua común contra los dolores.
Grama de Castilla: tomarla en cocimiento.
Tamarindo: tanto la raíz, como la cáscara, hervida, en cocimiento.
Agua de coco: tomarla como agua común.
Chichicate: se corta pedazos de este palo de monte y se echan en agua y se toma a partir del tercer día al sereno, como agua común.
Mazorquilla: (y pelo de maíz) se echa en agua y se toma por agua común.
Challote: la fruta se hierve y se toma como agua común.
Contra las enfermedades de los ojos:
Vicaria: las flores deben echarse en agua destilada, ponerlas al sereno, luego se cubren los ojos con ellas y además se puede humedecer un algodón con esa agua y ponerlo como compresa sobre el ojo enfermo. Esto se usa contra la “ceguera” y la conjuntivitis.
Colirio de huevo: se obtiene la clara y dejándola en reposo, cuando la espuma se deshaga, se unta sobre los ojos, con un algodón, también contra “la ceguera” y la conjuntivitis.
El Saúco: las flores se echan en agua destilada, igual que las de vicaria, se ponen al sereno y después se humedece un algodón en ella para hacer compresas sobre el ojo enfermo.
La Ciruela Amarilla: se toman algunas, se machacan y el jugo que sueltan se echa sobre los ojos enfermos.
La miel de la tierra: se echa en gotas sobre el ojo enfermo.
Contra las enfermedades de la piel:
Piñón: cocinado, poner estas hojas sobre los “flemones” (abscesos) u otras inflamaciones de la cara, así como sobre los “golondrinos”, según la informante, esto “los revienta”.
Guacamaya Francesa: se hierven las hojas y su cáscara, se unta el agua sobre la piel dañada así como sobre los hongos y tanto éstos como las manchas desaparecerán. Se debe tener cuidado a la hora de utilizar este remedio ya que es venenoso.
Cardosanto: es la resina la que se utiliza para ponerla sobre las “boqueras” (astas exteriores).
Vinagre: en pinceladas sobre las culebrillas (aunque éstas mejor se cortan con palabras santas o dichas por personas que tengan “la gracia”).
Hierba mora: se machaca y se pone sobre los pies cuando se tenga picazón en ellos producida por algún hongo.
Verbena: cocinada sirve para evitarle la picazón a los niños cuando tengan salpullido, debe darse en baños.
Contraguao: es un palo del monte enemigo del guao, donde hay uno no está el otro, se busca y se frotan sus hojas sobre la piel.
Ítamo Real: la resina o “leche” se aplica en los “granos” o “nacíos”, o sobre las “boqueras”.
Rompesaragüey: las hojas hervidas sirven para darse baños con ellas contra los “granos” o “nacíos”.
Maravilla: una hoja puesta encima de un “grano” o “nacío” lo “revienta”.
La raíz de la Palma: hervida, se usa para la depuración de la sangre, lo que según la informante, impide que tenga “nacíos”.
CONTRA EL CÁNCER:
Cepa de plátano: el jugo se hierve, se le adiciona un poco de miel al gusto y se toma como agua natural.
Anamú: se hierve, tanto su raíz, como sus hojas y se da como agua común, cada vez que se tenga sed.
Magüey: se machaca bien y se pone sobre la piel, en la zona donde se detecta el tumor maligno.
CONTRA OTRAS ENFERMEDADES:
Flores de majagua: hervirlas y utilizarlas para “enjuagues” de la cabeza después de haberla lavado con cuidado (bien lavada) ... ello garantiza según el informante, que no se cae el pelo.
Cáscara de almácigo: se hierve en agua destilada y luego se frota con ésta el cuero cabelludo, ello impide la calvicie.
Cebo de res: lo más caliente posible, se le añade café molido y cuando pueda soportarse por su calor se pone en sinapismos –con papel de bodega- en la planta de los pies del enfermo. Esto baja la fiebre enseguida.
Almácigo: sus cohoyos unidos a “cogollos” de marañón eliminan el “resfriado” y sus diarreas.
Dormidera: la raíz en cocimiento quita el dolor de muelas.
El pan: se quema una puntita, se raspa y se mete en el agua; luego se toma esta agua y ello cura los “empachos”.
Cepa de plátano: se corta a medio metro del suelo y se le hace en el medio un huequito, como un pozo pequeño de una cuarta más o menos de profundidad, se recoge por la mañana temprano el agua que se acumuló allí y se toma, así se elimina la neumonía y la tuberculosis.
Mata de “pasas de negra”: esta planta que suele encontrarse en los manglares, se toma, se hierven sus hojas y con esa agua se enjuaga la cabeza uno y ello elimina la calvicie.
Pelos de maíz: se hierven, se toma el agua después de colada como agua natural y ello “hace brotar el sarampión.
Nuez moscada: se raspa, echa polvo se echa en el café contra “los aires metidos en las costillas”.
Resina de jagüey: se unta contra las “descomposturas” de los pies, así como “los calcañales cuarteados”.
Brasilete: se echan en agua sus hojas y se toma luego como agua común, esto sirve para luchar contra los dolores y las “maluras” del hígado, la vesícula y el riñón, porque es muy refrescante.
Jazmín de cinco puntas: se hace un cocimiento y se toma para estabilizar la presión.
Cáscara de cedro: se hierve y se utiliza para darse baños, de pie, contra el tabardillo.
Remolacha: en cocimiento se usa contra la anemia y contra la tos ferina.
Hierba mora: se machaca, se echa en alcohol y se usa luego para frotar la piel, eliminando la erisipela.
Borrajas: en cocimiento sirve para hacer brotar el sarampión y para eliminar las inflamaciones.
El Te: en infusión, es estimulante.
Hierba de cochino: en cocimiento se hacen buches –no se toma- contra los dolores de muela.
Hierba de Guinea: se machaca y el jugo que se extrae se toma contra la afección de las cuerdas vocales.
Guano: en cocimiento se toma para el “aire” en el pecho y se elimina con ello según el informante, si no, se trata de un infarto del corazón.
Tilo: para tranquilizar los nervios, se prepara como infusión.
Salvia: puestas sus hojas en las plantas de los pies y sujetas con las medias, elimina el dolor de cabeza y en cocimiento elimina la fiebre.
Quitadolor: en cocimiento elimina el dolor de ovarios.
La orina: en baños elimina la fiebre alta.
Hojas de Majagua y Llana: puestas en compresas detienen las hemorragias.
Mejorana: en cocimiento se usa contra los dolores en general.
Caisimón: en cocimiento se usa contra la hinchazón.
Romerillo: en cocimiento se usa contra el dolor de garganta y cualquier otra infección de la misma.
Flor de muerto: en cocimiento se usa contra los dolores de cabeza.
Sábila: echar trocitos de sábila, del corazón de la hoja, en agua y tomar ésta cada vez que se tenga sed, resulta un remedio muy bueno contra las enfermedades del hígado, sobre todo contra la hepatitis.
Semillas de Linaza: en cocimiento para hacer buches contra la inflamación de la boca por cualquier infección.
Bejuco de boniato: en cocimiento con agua y azúcar, para lograr más leche en las recién paridas, es decir contra “los senos duros y secos”
Tuna: ponerla en agua, en trozos y luego tomar cada vez que se tenga sed, contra enfermedades del hígado o después de tomar mucho, (emborracharse).
Miel de abejas: en “toques”, embarrando algodón atado al dedo, contra la infección de la garganta.
Remolacha: en cocimiento se usa contra la tos ferina y la anemia.
CONTRA LA “PARIDERA”:
Cocos tiernos: cocinar la masa con hojas de ruda y hacer cocimiento bien fuerte – con poca agua y amargo. .
Cau: hacer cocimiento de las hojas para hacer lavados vaginales cuando no esté espeso, es decir, con mucha agua y cuando esté espeso y fuerte, casi como borras, tomarlo para abortar.
Pendejera: tomar sus raíces tiernas y cocinarlas junto con las raíces de esclaviosa sin endulzar el cocimiento, tomarlo contra “la paridera”.
REMEDIOS FUERA DE LO COMÚN:
• CONTRA “EL OMBLIGO RELAJADO”:
Sacarle al niño una plantilla del pie derecho en el tronco de una mata de almácigo y no volver a la mata, andando el tiempo, cuando la marca del pie del niño sobre el tronco del almácigo se borre y se ponga del lado contrario del tronco ya el niño no tendrá su “ombligo relajado”
• CONTRA “LOS PUJOS”:
Coger una pasita de un negrito, tostarla y ponérsela en el pecho al niño enfermo.
• CONTRA UN ATAQUE DE ASMA:
Poner un kilo prieto (un centavo) sobre el pecho del niño enfermo.
• CONTRA “LA TETA SECA”:
Darle a comer a la madre recién parida mucho dulce de ajonjolí y turrones de maní.
CONCLUSIONES:
Sin muchas pretensiones, a no ser la que nos anima convencidos de la utilidad de la virtud, hemos presentado como testimonio de la vida en la península de Guanahacabibes una de las aristas que conformaron la existencia misma de aquellos pobladores que por la incuria gobernante, el abandono físico y espiritual y las demás dificultades a las cuales los enfrentaba la pobreza y el apartamiento, debían defenderse contra las enfermedades y accidentes arrancándole a la naturaleza misma sus remedios.
Esperamos contribuir de algún modo, y respetuosamente, al recuerdo de esos ancianos que nos legaron parte de sus conocimientos y sobre todo – no importa que no recordemos el nombre de aquella “viejita del Cayuco” que nos trasladó dos “gotas de oro” de su sabiduría:
Una:
- “Hijo, no digas nunca que te sientes mal, porque así se preocupan por ti los que te quieren y se alegran los que no te quieren. No preocupes a los que te quieren y no alegres a los que te odian”.
Dos:
-“¿Y tú no piensas anotar ahí la medicina mejor?
_¿Cuál?
_”El amor, el cariño, porque si tú no acaricias al enfermo, si no lo haces con cariño, por bueno que sea el remedio, ese no cura”.
Gerardo Ortega
tomado de:
http://www.pinarte.cult.cu/gerardo_ortega/html/guanacahabibes/farmacopea.htm
buena informacion
ResponderEliminarhola soy chef etnobotanico voy me gustarai entrevista con usted gracias
ResponderEliminarMaravillosas nuestras tradiciones
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