lunes, 10 de septiembre de 2012

El romerillo, más que una yerba

Sobresalen las florecillas
El romerillo blanco es bien conocido por los cubanos, cuyos favores medicinales han sido aprovechados por generaciones.Es una yerba silvestre muy común en toda la Isla y puede encontrarse lo mismo en campos, que en las márgenes de los ríos, patios, terrenos yermos y hasta en tejados. Se distingue fácilmente por las abundantes florecillas tubulares y radiadas, matizadas al centro con pistilos amarillos.

El sabio cubano Juan Tomás Roig señala que las partes empleadas de la planta son las hojas,las flores y la raíz. Además precisa el destacado naturalista botánico que su empleo es muy apreciado como remedio de las anginas y las aftas bucales. Se usa mascando simplemente las hojas o en gargarismos del cocimiento de las mismas. Ambos procedimientos tienen influencias pectorales.


Otros autores indican al romerillo como emenagogo (medicamento que activa la menstruación en las mujeres). Algunas bibliografías consultadas dan cuentan de su efectividad corroborante (virtud de vivificar y dar fuerzas)  y como sialagogo (secreción de saliva). También a las raíces se le atribuyen cualidades odontálgicas (conservar la dentadura y aliviar el dolor de muelas).

Los abuelos aconsejan sus buenas propiedades para combatir afecciones en la garganta y la amigdalitis.Para ello recomiendan lavar bien la planta y machacarla para extraer todo el zumo,más tarde colarlo en una tela esterilizada. Este líquido se mezcla luego con miel de abeja y con la poción resultante se hacen gárgara con una periodicidad al menos tres veces al día.

Además de las utilidades descritas, el romerillo blanco es una excelente melífera y forrajera. Entonces, con todas estas bondades, si tiene a mano este bálsamo, trate de cuidarlo pues en cualquier momento le puede ser de mucho beneficio para preservar su salud.


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