martes, 30 de septiembre de 2014

Té verde: bálsamo para el cuerpo y la mente (II Parte)

Son múltiples las cualidades de esta infusión

Estudios recientes sobre el té verde dan cuenta de que existe un vínculo entre el consumo de esta bebida y una menor incidencia de una variedad de cánceres en la población, con resultados mixtos.

Los adeptos a esta milenaria infusión  asocian sus beneficios para la salud a múltiples factores que luego repercuten en un mejor funcionamiento del organismo. En síntesis, tanto los amantes del mundialmente extendido producto como investigadores y científicos lo señalan como muy beneficioso paran la función de cognición.


Otros estudiosos le atribuyen propiedades a favor de la detención de ciertas enfermedades neurodegenerativas, tales como el Alzheimir y que sirve para el tratamiento de esclerosis múltiples.

Tal presupuesto se basa en que las cualidades presentes en la composición del  té verde impide la degradación de las membranas celulares, mediante la neutralización de la propagación de los radicales libres, los que se producen durante el proceso de oxidación.

Y no faltan quienes aseguran su efectividad para  contrarrestar los efectos de artritis.
También apuestan por sus beneficios en la reducción del colesterol LDL, así que con el aumento de la lipoxidación –que ayuda a utilizar la grasa como fuente de energía- y aumento del metabolismo.

Algunos científicos han demostrado  que el consumo del té verde está asociado a la  prevención del descenso de células T inmunes por causa del VIH.  En pruebas de laboratorio, la sustancia EGCG, que se encuentra en la planta, impide que el VIH ataque las células-T. Sin embargo, no se sabe si esto tiene algún efecto similar sobre los seres humanos todavía.

Según reportes, un estudio en 2006  realizado en Japón, mostraron que los adultos que consumían tres o más tazas de té verde al día tenían un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y cáncer.

Esos resultados, de acuerdo a criterios especializados, son muy alentadores pues  se espera que la ingestión de la bebida contribuiría sustancialmente a la prolongación de la esperanza de vida, teniendo en cuenta que esos dos padecimientos  son las dos causas principales de muerte en todo el mundo.

En el propio año  de 2006, investigadores de la Facultad de Medicina de Yale, abordaron la llamada “paradoja asiática”, en lo que se refiere a tasas más bajas de enfermedades cardíacas en ese continente.

Tras esos análisis científicos se especuló con que los 1,2 litros de té verde al día consumidos proporcionan altos niveles de polifenoles y otros antioxidantes. Estos compuestos pueden funcionar de varias maneras para mejorar la salud cardiovascular, incluyendo la prevención de la segregación plaquetaria y la mejora en los niveles de colesterol, asociado a la reducción de la lipoxidación del colesterol LDL, como se ha dicho antes. (continuará)


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