martes, 22 de septiembre de 2015

Nutrición y salud con sabor: almendra (II Parte)

El aceite de almendra resulta altamente nutritivo
Los beneficios de las almendrasPrunus dulcis por su nombre científico, para la salud de las personas son múltiples. Baste decir que estos frutos tienen un 52% de grasas, de ellas, dos terceras partes corresponden a ácido oleico.

Además del placer gustativo que reporta su ingestión, cuando lo hacemos es muy similar a si tomáramos aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular. Tanto es así, que se ha demostrado que en comunidades en que se consumen dosis altas de frutos secos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor.

No debemos soslayar tampoco que su contenido en ácido linoleico (omega-6), constituye un  ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.


Los estudios realizados en nutrición demuestran que el control de la dieta es esencial en los diabéticos que no dependen de insulina. La almendra puede formar parte de la alimentación de las personas que padecen la enfermedad.

La razón está bien fundamentada. Por una parte, se sabe que la asociación de la fibra con los azúcares provoca una disminución en la velocidad de absorción de la glucosa, lo que hace que el aumento de los niveles de este elemento y de la  insulina sea moderado.

Por su lado, se ha demostrado que una dieta de ácidos monoinsaturados mejora la tolerancia a la glucosa, además de tener un efecto positivo sobre la regulación del contenido de colesterol presente en las HDL y LDL y sobre los niveles de triglicéridos.

Pero las ventajas para la salud de comer almendras no quedan ahí. Ellas  poseen un elevado contenido de fibra, elemento que, entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo cancerígeno de éstos en el colon.

Se dice que la aspirina  es famosa y popular en el mundo porque la considera "remedio de todos los males". Pues sepa que el paliativo natural a este fármaco consiste en comer un puñado de almendras, aunque sus efectos sean más lentos

La explicación está en que esos frutos contienen una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos del producto. Además, por su alto valor calórico y proteínico ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal. (continuará)




No hay comentarios:

Publicar un comentario