lunes, 13 de junio de 2016

Convivencia vegetativa en armonía: el injerto (IV Parte y final)

Pasos para el injerto de yema en T
El uso de ciertos pies utilizados en el injerto permite obtener variedades de tamaño reducido, que facilitan la cosecha en el caso de las especies de valor comercial, o poseen interés como ornamentales.

Los pies “enanizantes”, o de bajo vigor, facilita tener mayor cantidad de plantas en una superficie dada sin que la reducción del rendimiento de cada una de ellas sea proporcional a su reducción de tamaño. De esta manera, se pueden alcanzar mayores producciones, sobre todo, cuando el enanismo se potencia con la precocidad.


Algunos consejos generales le vendrían bien para hacer injertos con acierto. En primer lugar, después de seleccionar los ejemplares,  debes usar un cuchillo especial para este tipo de práctica, o una navaja muy afilada que produzca cortes limpios. Ten a mano una piedra de afilar que te hará falta.

Una clave fundamental de los injertos es que queden en contacto el cambium del patrón y el cambium de la variedad. Este es el secreto. Hay que empalmar bien las dos piezas, adecuadamente dispuestas, si no, no prenderá.
 
A saber, el cambium es una capa de células muy fina, de menos de 1 milímetro de espesor, que tiene la característica de que produce las células que forman los tejidos vasculares por los que circula el agua y la savia con nutrientes; con este tejido nuevo que produce el cambium se produce la soldadura.

Luego de unir las partes deseadas se hace imprescindible atar firmemente con rafia o con una cinta adhesiva especial para injertos. Recubre las superficies cortadas con cera o mástic. En los injertos de yema en T, también llamados de escude, no hace falta poner cera, sólo elimina los brotes tiernos que salgan por debajo de la zona injertada.

En  los injertos de yema el desate se hace a los 15 días, aproximadamente, porque agarran muy rápidamente. Si no los desatas se pueden perder por quedar ahogados una vez brotados.

Sin embargo, en caso de los llamados  injertos de púa no los desates hasta que las yemas hayan brotado y midan unos 5-10 cm. Si ves que para deshacerla corre peligro algún brote, coge un cuchillo de cocina de sierra y corta toda la atadura a lo largo. De esta manera, una vez cortada, la rafia te vendrá toda entera como si fuera un cartón al estar pegada con el mastic, no harás ningún daño al injerto.

Pon un tutor a la ramita injertada para que el viento no los arranque, especialmente si es zona de vientos, y déjales unas pasadas de cinta o cuerda para mantener la unión unos días más y asegurarte de que el tejido intermedio se consolida bien.
Fuente Infojardin.com

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