martes, 19 de diciembre de 2017

Hablemos del mango (IV parte y final)

Una de las frutas más deliciosas del trópico
Confieso que hasta que conocí de los innumerables beneficios del mango, tenía el criterio solo de sus bondades alimenticias degustado en tajadas, almíbar, jugos y batidos. Sin embargo, encontré recetas novedosas sobre la fruta en el folleto “Del patio familiar a la cocina”, de los autores Vilma Figueroa y José Lana, un manual que todos debemos tener a la mano.

En la citada bibliografía, entre otros útiles consejos, se describen los procedimientos para elaborar una salsa de mango que a continuación pongo a su consideración:


Proponen para este complemento de la cocina seleccionar frutos verdes o pintones, preferiblemente de variedades de poca fibra (chinos o Jay). Cortarlos en tajadas y, sin pelar, cocinar en poca agua. El tiempo de cocción puede ser  de dos a tres minutos, una vez que el agua hierva. Luego, los trozos se dejan refrescar antes de extraer la pulpa con una cuchara.

La masa debe homogenizarse en una batidora o licuadora al tiempo de añadirle sal y hojas frescas de plantas aromáticas. También puede usar condimentos secos. A toda la masa resultante se le agregan dos cucharadas de sal por cada litro de la salsa y se cocina por cinco minutos a partir de que comience la hervidura. A partir de ese tiempo, envasar  el producto en botellas previamente estelarizadas y sellar herméticamente con chapas o tapas plásticas o de goma.

El uso de las comidas del adobo depende de los gustos de cada cual, aunque el más usual es utilizarlo para preparar algunos cárnicos y otros platos a bese de vegetal y viandas.

Otra receta, esta vez para el tratamiento del acné juvenil. Para confeccionar el ungüento es necesario de disponer de 10 gramos de pulpa de mango, igual cantidad de frutabomba en el mismo estado natural, y una cucharada de miel de abeja. Se revuelve hasta que compacte la mezcla y posteriormente aplicarla en el rostro en un tiempo de 20 minutos. Se retira con agua fresca. El tratamiento se hará una vez por semana.

También para hidratar la piel y endurecer la papada, muslos y bustos puede valerse de una linimento a base de medio pepino, 12 gramos de pulpa de mango, 5 de papaya y 10 de plátano fruta. Se macera todo hasta convertirse en una masa homogénea, la que se aplicará en la parte del cuerpo que se desee beneficiar durante media hora, para más tarde retirar con agua.

Del refranero popular cubano es aquello de que “le zumba el mago” para destacar algo extraordinario. Con razón, entonces, puede trastocarse el orden sintáctico de la frase para afirmar que “al mango, le zumba”.


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