lunes, 25 de junio de 2018

Bajo el embrujo del bambú (III parte y final)

Majestuosa plantación de bambú
Desde el punto de vista nutricional, los brotes tiernos del bambú han sido popularizados por la cocina  china. Se destacan por su alto contenido en fibra y especialmente su gran aporte de Silicio. Esta última cualidad  lo hace muy recomendable en personas desmineralizadas o que sufren de problemas osteoarticulares (artrosis, artritis, reumatismos, descalcificación, etc.) ya que colabora en la síntesis de colágeno y esto favorece la salud de los huesos y cartílagos. Y se añade un efecto remineralizante que puede ser beneficioso en la menopausia de las mujeres.


Amén de su cualidad reconstituyente, nos ayuda a tener un buen nivel de energía y ánimo, aportando beneficios en nuestra respiración y funciones hepáticas. Asimismo, el sílice estimula el sistema inmune e inhibe el proceso de envejecimiento en los tejidos.

Y como si fuera poco, este producto natural es un afrodisíaco muy conocido y utilizado en China, cultura que tiene un saber sexual muy amplio. Debido a su alto contenido en nutrientes, las cañas del bambú aumentan considerablemente el apetito sexual causando además un resultado vigorizante reconocido durante milenios en la sabiduría asiática.

El bambú es apto para dietas adelgazantes, pues proporciona bajas calorías, saciante, suavemente laxante y disminuye, gracias a la fibra, la absorción de grasas y azúcares. Como medicina, Enrique “El Gallego” Otero, considerado el primer Científico Popular cubano, ya desaparecido, recomendaba sus raíces en cocimiento como un diurético.





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