lunes, 7 de enero de 2019

El almácigo y la semana santa


La corteza tiene una textura muy peculiar

Cada año, la chiquillada del barrio esperábamos impacientes la llegada de la semana santa. Por esos días de recogimiento por la muerte y resurrección de Cristo, existía la creencia popular que la sabia brotada de un árbol conocido por almácigo se tornaba roja n recordación a la sangre de las heridas del Salvador en la cruz.

No recuerdo bien si fue cierto a no la leyenda. Lo que si me vienen a la memoria después de aquellos de infancia eran los incursiones a los campos cercanos a mi pueblecito cubano de Manacas, en busca de ejemplares de la planta, con el fin de herir el tronco para corroborar la superstición.


Virtudes naturales

Tal vez sea el almácigo una de las plantas  más populares en Cuba. Tradicionalmente partes de este árbol, de la familia de las Burseráceas, se ha usado como remedio casero para  determinadas enfermedades y trastornos del organismo, principalmente en las zonas rurales del país.

El sabio cubano Juan Tomás Roig lo recoge en su libro Plantas medicinales, aromáticas o venenosas de Cuba. De él señala: "es muy conocido en toda la Isla, como tónico estomacal, en los resfriados y en las diarreas". Y a continuación detalla que para los dos primeros casos se usan la raíz, la cáscara, las hojas y el cogollo (que además es antiespasmódico).

Al citar a otros autores, el destacado botánico dice que las partes escogidas se emplean para componer tisanas por medio de una decocción, que se prepara con un manojo de ellos y media botella de agua. Se deja hervir durante no menos de 20 minutos, y después de colado y endulzado se administra por tazas en el término del día.

Por las grietas naturales del almácigo sale una sustancia resinosa que tiene iguales propiedades que las hojas.

No obstante, otros investigadores también le atribuyen buenos resultados a estos cocimiento para el catarro, como expectorante, diaforéticos (aumentan la transpiración cutánea), purgante y diurético. Según Roig en Colombia usan la maceración del leño y las ramas para adelgaza, mientras en Venezuela lo consideran como antirreumático.

¿Qué dice la botánica?

Es un árbol grande que alcanza hasta 25 metros de altura y 80 centímetros de diámetro. Se reproduce fácilmente por semillas y estacas, estas últimas son aprovechadas para cercar los potreros. Su nombre científico es Bursera simaruba.

El almácigo se distingue fácilmente, porque la epidermis del tronco, muy fina, de color cobrizo, se desprende espontáneamente formando tiras grandes que se quedan colgando y le hacen parecer como un animal que muda la piel. Es considerado una joya de las fértiles tierras cubanas.

Con su corteza escamosa y sus ramas interesantes, el Almácigo es quizás uno de los árboles más bonitos del sur de la Florida. Lo mejor de todo,  es bien adaptado para aguantar los vientos de huracanes. Aunque por su madera blanda el almácigo pierda ramas durante los huracanes, el tronco principal se mantendrá de pie y retoñará pronto por su típico crecimiento rápido.

El indio desnudo, como también se le conoce, es nativo de la Florida, México, Centroamérica, las Antillas y el norte de Sudamérica. Es común a lo largo de verjas de caminos y carreteras porque crece fácilmente a partir de ramas enterradas en el suelo. Alcanza los 60 pies de altura, con tronco de 2 o más pies de diámetro.

La corteza es blancuzca o rojiza y se desprende en escamas finas, exponiendo la superficie inferior verde. Todas las partes del árbol huelen a trementina al cortarse. Las hojas miden hasta 11 pulgadas de largo y se componen de siete o nueve hojuelas, cada una de hasta 4 pulgadas de largo. Las flores miden menos de un cuarto de pulgada de ancho y se agrupan en estrechas inflorescencias terminales.

Las frutas maduran desde el verano hasta el invierno. El nombre del género honra al botánico alemán Joachim Burser (1583-1639). El nombre de la especie deriva de un nombre indígena para el árbol.

El área de distribución natural del almácigo se extiende desde el sur de la Florida y las islas Bahamas a través de las Antillas Mayores y Menores y penetrando el norte de la América del Sur. Crece también en ambas costas del centro de México, a través de la América Central y a lo largo de la costa del Oceano Pacífico de la América del Sur casi hasta la línea ecuatorial.

Crece sobre una gran variedad de sitios. Por lo general es muy común en cerros secos y rocosos y en suelos calcáreos; sin embargo, alcanza alturas mayores en valles aluviales. Los suelos con texturas que van desde la arena a la arcilla y pH de 5.5 a 8.5 son colonizados. La especie puede tolerar el rocío del mar y cierto grado de salinidad en el suelo. A menudo se le encuentra en áreas elevadas cerca de playas y en elevaciones leves tierra adentro, muy cerca de manglares costeros.

El aspecto y la pendiente de los sitios no parecen ser factores muy importantes para determinar su distribución. La mayoría de los árboles de almácigo se encuentran a elevaciones bajas en áreas costeras; sin embargo, el árbol también crece adecuadamente tierra adentro en ciertas áreas y se le puede encontrar a altitudes de hasta 1,800 m en Guatemala

De usos y costumbres

La madera del almácigo es muy valiosa y se utiliza para construir cajas de envasar frutas, entre otros objetos. Su fruto sirve para alimentar cerdos y las hojas nutren a otros animales, como la jutía y la cabra. La resina es empleada para fabricar barnices.

¿Cómo propagarlo?

La reproducción del almácigo se logra con relativa facilidad. La forma más generalizada es como poste naciente. En Cuba se lleva va a cabo la reforestación,  y este puede ser un método muy eficaz para áreas dedicadas a la ganadería, tanto para sombra como para cercas.

La propagación del almácigo mediante estacas es fácil. Ramas de hasta 10 cm de diámetro se arraigarán al insertar un extremo en el suelo. El rebrote al ser cortados es vigoroso en árboles que van de muy jóvenes a tamaño aserrable, y se reporta que los árboles volcados por el viento rebrotan y se auto-regeneran.

Después de la corta de rodales, la regeneración por rebrotes es quizás un método reproductivo más importante que las semillas.

Curioso, ¿eh?

Ya desde la antigüedad los mayas denominaban a este árbol chakáh y también lo empleaban para curar la irritación cutánea causada por el chechén (Metopium brownei) el cual crece casi siempre cerca del primero.

Existen varias leyendas mayas respecto al origen de ambos árboles, una de ellas cuenta que en la antigüedad dos guerreros, uno bondadoso llamado Kinch y el otro perverso llamado Tizic, lucharon a muerte por el amor de una joven de nombre Nicte-Há con funesto desenlace para ambos.

Los dioses les concedieron la gracia de volver al mundo de los mortales convertidos en árboles para contemplar a su amada: Tizic sería un chechén y Kinch un chacáh. Finalmente Nicte-Há moriría de pena y los dioses la convertirían en una flor

En Honduras se lo considera un «árbol prendón» (o sea, que fácilmente «prende» si simplemente se clava una estaca en el suelo), como el madriago (Gliricidia sepium) y el piñón (Jatropha curcas), que se utilizan para postes en cercas vivas, podando las ramas de cada año para leña o nuevos postes (prendones).

Es árbol oficial de Danlí (El Paraíso, Honduras), donde también se le llama jiñicuago o jiñicuao. En Linaca (provincia Departamento de El Paraíso) también se le llama jiñicuite, e «indio desnudo» (en inglés Naked Indian tree).

En Nicaragua se denomina jiñocuajo o también jiñocuabo, probablemente corrupción de indiocuajo. En el norte de Nicaragua existe una ciudad llamada Jinotega.

Se supone que este nombre viene del nahuatl o chorotega y que significaría "lugar de los hombres eternos", ya que los nahuas o chorotegas tenían al jiñocuajo como árbol de la eternidad y la sabiduría pues precisamente en las montañas que rodean Jinotega este árbol es muy abundante. Además, esta planta era tenida por los indígenas como medicinal, casi sagrada.

En El Salvador se le conoce como palo de jiote, es el árbol preferido para fabricar la cruz del 3 de mayo.

Según House y otros, se llama jiñocuabo o copón.

Según Membreño el nombre proviene del náhuatl jiocuáuitl (jiotl= sarna y kuauitl= árbol) : «Es notable por su tronco enteramente liso y de color de almagre. La decocción de la corteza presta mucha ayuda contra las hidropesías, y la raspadura del tronco descortezado sirve para restañar la sangre de las heridas». También se prepara un agradable ponche con la corteza puesta a hervir y con un huevo de gallina agregado.

En la región de Colima en México este árbol es conocido como Palo Mulato, Papelillo y Cuajiote. El último nombre es un vocablo de origen náhuatl que se compone de las raíces cuahuitl o kuauitl, que significa árbol, y jiotl, que quiere decir jiote, sarna o sarpullido, según lo define el Diccionario de Mejicanismos, de Francisco J. Santamaría. Sería, pues, árbol sarnoso, precisamente porque la cutícula de su tronco y sus ramas se desprende notablemente.

En este sentido la definición de Membreño sería una inversión de los dos vocablos en náhuatl, pero que en el fondo significan lo mimo. Es interesante de notar que este la corteza de este árbol es utilizada como remedio contra la sarna y que en El Salvador y Guatemala el árbol es denomina jiote.




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