El aceite de ajonjolí es excelente |
Esa preferencia por la manteca de puerco tan arraigada en nosotros, sin embargo es un hábito alimentario funesto para la salud, sobre todo si es en exceso. Aunque resulta difícil variar los gustos, las siguientes líneas tiene el propósito de que usted al menos reflexione un poco sobre el asunto.
El consumo de grasa de origen animal cada vez es más reducido en el mundo. En su lugar se emplea más asiduamente los aceites vegetales (de girasol, soya, maní, maíz, ajonjolí,aguacate,etc). En honor a la verdad, también en nuestro país la tendencia en ese sentido es favorable. Si en la década del '80 sólo era la tercera parte del total de todas las grasas, hoy está mucho más generalizado su uso en la dieta diaria. Las causas han sido diversas, pero no puede descartarse la toma de conciencia de que es más saludable que la manteca.
Resulta un hecho indiscutible que las grasas son necesarias como fuente de energía por una parte, y por la otra, aportan los ácidos grasos esenciales que no pueden ser sintetizados por el organismo y sirven de vehículo para la ingestión y la absorción de las vitaminas liposolubles (A,D,E y K), entre otras funciones. Incluso se ha comprobado que el déficit de este energético ocasiona disminución en la actividad física espontánea, pérdida de peso, cambios metabólicos adaptativos adicionales, alteración en el crecimiento de los niños y difuncionalidad en el aparato reproductivo de las mujeres.
Ahora bien, el alto contenido grasoso de base animal, rico en colesterol, algunos especialistas en la materia lo asocian con las enfermedades ateroescleróticas, la obesidad y puede promover el desarrollo de numerosos cánceres, así como el padecimiento de la hipertensión arterial.
Por su parte, el consumo de aceite vegetal, lógicamente de forma mesurada, constituye una fuente excelente de Ácidos Grasos Esenciales (AGE) - o no saturados, mientras la manteca (o mantequilla, tocino, las grasas visibles en la carne de cerdo, res, ave, leche entera y queso) es portadora de AGS. El primer grupo influye fundamentalmente en el normal crecimiento y desarrollo en edades tempranas, el otro favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Otra mala conducta alimentaria de los cubanos es la afición por los productos fritos. Pues sepa que cuando se cocina a temperaturas superiores a los 200ºC (freidura) se producen compuestos de alto poder mutagénicos, que a largo plazo pueden determinar la aparición de procesos tumorales gastrointestinales.
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