Leguminosa con muchas propiedades |
Queremos estar a tono con esta novedosa opción, no sólo por lo que representa en sí para la alimentación del pueblo, si no porque también es una aliada incondicional en la confección de los muy variados platos, con las hortalizas y los vegetales.
La soja, como también se le conoce, es de la familia de las leguminosas. Se cree que procede del este de China, donde ya se consumía hace más de 4 mil años. En la actualidad la cultivan en otros muchos lugares. El principal productor es Estados Unidos, seguido de Brasil, China, Argentina, Taiwan, Canadá y la India.
En la semilla de la plana está la proteína, una de las más económica y útiles en el mundo. Por demás, está considerada de gran valor para la dieta vegetariana, nutritiva y a vez preventiva de numerosas enfermedades y padecimientos, entre muchos otros para el colesterol alto, hemorragias, cardiopatías isquémicas, diarreas crónicas, diabetes, sistema nervioso central y según nuevas investigaciones previene los riesgos de cáncer de mamas como antioxidante.
Pero veamos cuántas ventajas proporciona el consumo de esta prodigiosa semilla. En 100 gramos de soya hay entre 40 y 42 de proteínas, superior a todas las carnes. En esa misma proporción contiene 18 g de grasas muy cerca de las carnes de carnero, cerdo, pato y pescado de agua dulce.
En cuanto a los minerales posee sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro, fósforo, azufre, cobre y yodo; todos en cantidades superiores a los de cualquier cárnico. El complejo vitamínico los componen las vitaminas A, B1, B2, (estas sólo superada por el pescado),PP, K, y E. Después de cocida es capaz de proporcionar más calorías que cualquier carne, salvo la de carnero.
La proteína vegetal texturada se logra extrayendo el aceite del frijol: Posteriormente se muele para obtener la harina, que mezclada luego con agua produce una masa que se calienta al vapor. Se le puede añadir colorantes y saborizantes y darle una apariencia similar a la carne picada o troceada. El producto final se comercializa deshidratado y más tarde queda reconstituido en el momento de cocinarlo.
Muchos creen erróneamente que la soya tiene un sabor desagradable, y no es así. Lo que ha ocurrido es que a veces utilizan la llamada "forrajera" (para alimentación animal) o la combinan con sangre u otros productos que le aportan fuertes olores y mal gusto al paladar. En realidad cuando la leguminosa es apta para el consumo humano y tiene la calidad requerida, solamente asume el saborizante que se le añade.
Existen infinidad de recetas para variar la mesa. La mayoría de los platos que se pueden confeccionar en casa son propicios para combinarlos con los vegetales y hortalizas de estación, comercializados en organopónicos, placitas y mercados agropecuarios como parte de los subprogramas de la Agricultura Urbana y Suburbana que se desarrolla en Cuba. También en estos lugares ofertan muchos de los condimentos que necesitamos.
Ahora espero que cuando pase por uno de los establecimientos donde se expenden esos paqueticos de soja le preste mayor atención. Por lo menos, pruebe y saque sus propias conclusiones. Por ahí podrían empezar una nueva vida en su cultura alimentaria, lo que estoy seguro su salud le agradecería mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario