jueves, 4 de abril de 2013

El jengibre, una raíz extraordinaria ( I parte)

Raíz con formas caprichosas
Mucho se ha especulado sobre los beneficios que le proporciona el jengibre al hombre. Tal es así que los propios especialistas no dudan en calificar su raíz como de extraordinaria por las múltiples cualidades, tanto en el campo de la medicina natural y tradicional, como para aderezar alimentos.

Según los estudiosos en la materia, el jengibre es considerado una  medicina universal por el gran poder que posee en el tratamiento de un número considerable de trastornos, tanto desde el punto de vista preventivo como terapéutico.


Así las cosas, le atribuyen excelentes propiedades expectorantes, digestivas, analgésicas, carminativas (anti gases), tónico y estimulante para el sistema nervioso, así como afrodisíaco y antimético (anti vomito). Tiene afinidad con los sistemas digestivo y  respiratorio, sobre los cuales actúa de forma directa.

Y como se fuera poco, no faltan los que reconocen esta planta como una especie de Sattvica, o de alta pureza espiritual. “Sus favores en nuestro cuerpo físico y energético –sostienen algunos- se extienden mucho más allá de nuestros niveles de conciencia”.

Más, conozcamos un poco más de este regalo de la naturaleza. El jengibre o kion, cuyo nombre científico es Zingiber officinale, pertenece a la familia de las zingiberáceas. El tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante. La planta llega a tener 90 cm de altura, con largas hojas de 20 cm.

Crece en todas las regiones tropicales del mundo. Las variedades más caras y de mayor calidad generalmente proceden de Australia, India y Jamaica, mientras que las más comercializadas se cultivan en China y Perú. Su nombre proviene del indoeuropeo: en sánscrito se decía shringavera, que significa  “cuerpo de cuerno”.

Entre sus características sobresales la presencia de aceite esencial como monoterpeno, canfeno, citral, pineno, cineol, borneol, ninceno, limoneno, felandreno. Sequisterpenos, anforfeno, cariofileno, farnaseno, zingibereno y bisaboleno. Alcoholes sesquiterpénicos: nerolidol, elemol, bisabolol y zingiberenol.

Además, contiene hidrocarburos, aldehídos, cetonas, felandral, neral, garaniol, y corva tanacetona. También posee principios picantes entre los que se destacan gingeroles sobre todo en el rizoma fresco, almidones, ácido fosfatídico, lecitina, proteínas, vitaminas y minerales. (continuará)


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